El equipo de gobierno de Marbella, formado por PP y OSP, está a la espera de que el interventor municipal le comunique el calendario de los controles que le permitirá evaluar por un lado la ejecución de los presupuestos de este año, que ascienden a 246 millones de euros y que han entrado en vigor el 1 de enero y, por otro, el incumplimiento del techo de gasto, según ha señalado el concejal de Hacienda, Manuel Osorio, a La Opinión de Málaga.

De la mayor o menor ejecución de ambas magnitudes a final de año dependerá el alcance del plan económico y financiero que el Ayuntamiento tendrá que presentar ante el Ministerio de Hacienda para compensar el exceso en el gasto municipal, ajuste que se pondrá en marcha en 2020, una vez que se liquide el presupuesto de este ejercicio, pasadas las elecciones municipales previstas para el año 2019.

El concejal cree que, en función del volumen de trabajo del Ayuntamiento, lo normal sería que los controles se aplicaran cada dos o tres meses. «Un presupuesto es un proyecto, lo que tú pretendes hacer. En los presupuestos anteriores pretendíamos ejecutar todo el presupuesto y nos quedamos cortos en 12 millones. Eso es lo que tenemos que ir viendo durante el ejercicio», añade el concejal.

El objetivo del equipo de gobierno era que los presupuestos de 2018 entraran en vigor el 1 de enero para disponer del mayor tiempo posible para ejecutarlos, por lo que, previsiblemente, el incumplimiento del techo de gasto rondará el máximo posible, unos 36 millones de euros. «Esperemos que sea así y que, de alguna forma, podamos terminar con la evolución a la baja que está teniendo el techo de gasto. Pero ahora no podemos concretar el plan de ajuste. Eso nos lo dirá la evolución de la ejecución durante este ejercicio», apunta el concejal.

El inicio de las negociaciones con la Intervención municipal para concretar los controles sobre la ejecución del presupuesto de 2018 y el incumplimiento de la regla de gasto se producen en un momento en el que el cargo lo ha asumido el viceinterventor, José Calvillo, tras la marcha del interventor, Jesús Jiménez, al Ayuntamiento de Málaga.

Calvillo ha asumido las funciones del cargo de forma provisional, aunque la intención del equipo de gobierno es que continúe en el puesto. La plaza de interventor municipal es de libre designación, por lo que el Ayuntamiento, con una resolución motivada, puede elegir al responsable entre los que aspiren al puesto.

«José Calvillo es una persona que lleva aquí muchos años, conoce la casa a la perfección y nosotros le conocemos a él. La marcha del anterior interventor municipal no ha supuesto ningún cambio en ese sentido. Ahora tenemos que iniciar los contactos para hacerlo lo mejor posible», indica Osorio.