Colectivos sociales y empresarios vinculados al alquiler de bicicletas critican la improvisación con la que la plataforma mundial OFO pretende implantar en Marbella un servicio de 500 bicicletas compartidas sin estacionamiento fijo.

El presidente de MarbellaByCivic, una asociación que promueve la bicicleta como medio de transporte sostenible, Arturo Reque, lamenta el «descontrol y vandalismo» que han sufrido algunas bicicletas debido, señala, a que el servicio se puso en marcha de forma gratuita y en época de vacaciones. «Se incumplen diferentes requisitos, como que los menores de 16 años no usan casco, circular por la acera o que nadie controle que los menores de 18 años no usen las bicicletas, como señala la propia empresa», explica.

El vicepresidente de la asociación, Félix Castán, destaca que los vecinos «han descubierto que la bicicleta puede ser interesante para moverse y el Ayuntamiento parece apostar por la movilidad sostenible», pero advierte del «uso gamberro» de algunos usuarios del servicio. «Algunos circulan por encima de aceras, a gran velocidad o sin respetar a los peatones», señala Castán, que matiza que «en Marbella no somos peores que en otras ciudad porque aquí ha ocurrido, paso por paso, lo mismo que en otros sitios».

El gerente de la empresa de alquiler de bicicletas QQ Bikes, Enrique San Miguel, defiende que se implante un sistema público de alquiler para evitar la competencia desleal de OFO. «No pagan impuestos y no generan empleo como nosotros», señala San Miguel, quien lamenta también la «mala imagen» que se proyecta de Marbella «al ver las bicis destrozadas. Es lo que más nos duele», señala.

El edil de IU, Miguel Díaz, exdelegado de Transporte y Movilidad, acusa al equipo de gobierno de permitir que el municipio «se inunde» de bicicletas de OFO y que la plataforma mundial «se haya instalado de forma dudosa ya que no ha habido concurso público o una adjudicación formal». «En caso de un indeseado accidente, ¿quién es el responsable?», pregunta.