­Diferentes pasos de cebra del núcleo de población de San Pedro cuentan con barreras arquitectónicas que dificultan el tránsito a las personas con movilidad reducida o que llevan coches de bebés, según denunció ayer la concejal socialista, Ana Leschiera. «Que en San Pedro existan bordillos sin rebaje para cruzar representa perfectamente el grado de sensibilización que tiene Rafael Piña (teniente de alcalde del núcleo de población) con las personas con movilidad reducida», señaló la concejal.

Uno de estos bordillos, indicó la edil, se encuentra en el auditorio del bulevar, una de las zonas más frecuentadas por los vecinos. El auditorio cuenta con una única rampa que facilita el acceso al escenario pero no a las gradas. «Esta rampa tiene un acceso que suele estar siempre cerrado, por lo que, al final, no sirve para nada», apuntó la concejal, que forma parte de la agrupación socialista de San Pedro.

La concejal destacó que la falta de bordillos acondicionados para facilitar el paso de los vecinos con movilidad reducida contrasta con el gran número de obras y reformas que, indicó, se ejecutan en San Pedro, lo que denota «el afán megalómano» del teniente de alcalde. «Piña quiere inaugurar y conseguir rédito político frente a la necesidad de muchos ciudadanos a los que un simple bordillo les supone un muro que les impide pasar», apuntó. Leschiera exigió al equipo de gobierno que subsane las deficiencias en el menor tiempo posible, ya que se trata de obras «que no pueden esperar». «Más allá de una cuestión normativa, hoy en día no debería existir ninguna barrera arquitectónica por un sentido de responsabilidad y solidaridad. Los rebajes de las aceras y la mejora en el acceso al auditorio del bulevar tienen que ser reformas prioritarias para que las personas con movilidad reducida puedan transitar por la vía pública sin riesgo de caída», agregó.