Asociaciones empresariales de Marbella y la Costa del Sol consultadas por La Opinión de Málaga defienden que la conexión ferroviaria que conecte el municipio con Málaga y vertebre la comarca sea un tren de altas prestaciones, y no un Cercanías como propone el Ministerio de Fomento; y que el recorrido de la línea férrea siga el trazado de la autovía A-7, que atraviesa la mayor parte de los principales núcleos de población, en lugar de acompañar al de la autopista AP-7.

El sentir mayoritario de los colectivos es que el tren de Cercanías tiene que ser una alternativa provisional hasta que se planifique la llegada de la Alta Velocidad a Marbella. «Nosotros preferimos que sea el AVE el que llegue a Marbella. Si no pudiera ser, que fuera un Cercanías que, al menos, desatasque la circulación de la A-7, que normalmente está colapsada», señala el presidente de la Asociación de la Pequeña y Mediana Empresa de Marbella (Apymem), Enrique Guerrero.

El presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), Luis Callejón, opina que el tren de Cercanías «no nos ayuda. No tendría ningún sentido que tardásemos hora y media en llegar a Marbella desde Málaga», añade el presidente de los hoteleros de la comarca, para quien «el tiempo máximo» para cubrir el trayecto tendría que rondar los 45 minutos.

Callejón sostiene que prolongar la línea C-1 desde Fuengirola a Marbella «no sería eficaz» y apuesta por desdoblar la conexión ferroviaria desde el aeropuerto Málaga-Costa del Sol hasta el municipio.

La presidenta de la Asociación de Comerciantes del Casco Antiguo de Marbella, Carola Herrero, advierte de que desconoce el proyecto pero insta a reflexionar si la Alta Velocidad sería útil para los vecinos del municipio. «Si la Alta Velocidad no para en todo el camino y es para ir al aeropuerto, no será muy útil para los que vivimos aquí. Nos hace más falta un transporte que nos comunique con San Pedro, el Hospital Comarcal o la UMA», indica.

El presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Málaga, Enrique de Hoyos, insta a las administraciones públicas a planificar las obras de tal forma que su ejecución no perjudique el desarrollo de los equipamientos comerciales de la comarca.

El presidente de la Asociación Marbella Capital Costa del Sol, que reivindica la conexión ferroviaria del municipio, Aurelio Almagro, considera que el tren es necesario «cuanto antes», por lo que estaría «encantado» de que se prolongara la línea C-1 si supusiera en el futuro la llegada de un AVE.

Los empresarios apuestan también por trazar el recorrido del tren según el itinerario de la autovía en lugar del de la autopista. La segunda opción, señala el presidente de Aehcos, sería «un error» ya que la autopista no cruza ningún núcleo de población. «No sería funcional», señala.

El presidente de los pequeños y medianos empresarios de Marbella destaca que, aunque ambas alternativas «son buenas» y que el objetivo es que el tren llegue a Marbella, lo idóneo sería que el itinerario de la conexión ferroviaria discurriera «lo más próximo a la A-7, ya que los núcleos poblacionales están pegados a la autovía». Guerrero admite que la alternativa por la que se decanta es la más costosa pero también «la más cómoda para el usuario».

La opción de trazar la vía férrea siguiendo la A-7, de unos 53 kilómetros de distancia, supondría una inversión que rondaría los 2.000 millones de euros y la de prolongar la línea por la autopista, unos 55 kilómetros de longitud, cerca de 1.000 millones.

La Junta de Andalucía pidió ayer al Gobierno central una solución «ambiciosa» para hacer llegar a Marbella un tren «de altas prestaciones» que compita con los desplazamientos por la autopista.

La respuesta a la Junta llegó por parte del delegado del Gobierno en Andalucía, Antonio Sanz,que criticó la «inactividad de la Junta que, en lugar de arrimar el hombro y aportar soluciones, está instalada en la confrontación permanente». Además, aseguró que el consejero de Fomento, Felipe López, «no está en condiciones de dar lecciones ni de exigir nada al Gobierno, que ha tenido que salir al rescate de una infraestructura que se comprometieron a ejecutar y que nunca hicieron».

Mientras, el PP lamentó que la apuesta de la Junta de Andalucía sea un metro ligero y el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, instó a «abrir el foco» para plantear más alternativas.