El Ayuntamiento ha puesto en marcha una campaña para tratar de concienciar sobre los perjuicios de abandonar enseres y muebles en la vía pública fuera el horario y los lugares previstos.

El objetivo de la campaña «Todo tiene un precio» es «llamar la atención sobre este tipo de comportamientos incívicos, que tiene un coste económico para las arcas municipales y que deterioran la imagen de una ciudad turística como Marbella», señaló ayer el concejal de Limpieza, Diego López.

La campaña se compone de tres iniciativas, la primera, «Street Marketing», consiste en amontonar en diferentes calles muebles y objetos abandonados. «Queremos aprovechar la propia vía pública como medio de difusión con una imagen que, lamentablemente, es habitual en algunas zonas y que tenemos que eliminar», señaló el edil.

Cada objeto abandonado cuenta con una etiqueta a modo de precio para que los ciudadanos sean conscientes de que ese dinero se podría invertir en otros ámbitos, como el social, y contribuir a mejorar la calidad de vida de los vecinos.

Los servicios de limpieza del Ayuntamiento recogieron el año pasado 5,7 millones de kilos de muebles y enseres, que supuso un coste de 260.000 euros.