La Librería Mata, la única que tuvo Marbella durante cerca de 30 años; el promotor del turismo de calidad Rafael de la Fuente; los voluntarios de Protección Civil, que llevan 30 años velando por la seguridad de los vecinos; y, a título póstumo, el diseñador de moda David Delfín, de cuyo fallecimiento se cumplirá mañana un año, tienen desde este viernes la Medalla de la Ciudad.

Las recibieron en el Teatro Municipal, en un acto de algo más de una hora de duración en el que el Ayuntamiento entregó también los títulos de Hijo Adoptivo a tres personas unidas por el deporte y por su estrecha vinculación con Marbella; el exseleccionador nacional de fútbol Vicente del Bosque, el extenista Manolo Santana y el técnico del equipo español de baloncesto, Sergio Scariolo.

El exgerente de la Librería Mata e hijo del fundador, José Andrés Mata, calificó el reconocimiento como «una sorpresa» ya que «nuestro trabajo lo hemos hecho siempre sin esperar recibir honores ni alabanzas». El trabajo al que se refirió Mata fueron los cerca de 80 años de servicio del establecimiento, la única librería que tuvo el municipio durante 20 años y uno de los primeros centros de difusión de la cultura en el municipio. El local abrió sus puertas en 1937 y las cerró de forma definitiva el pasado noviembre. Una sorpresa también fue para el archivero municipal, Francisco de Asís, encontrarse por primera vez a mediados de la década de los 80 con una librería «tan bien surtida y ubicada tan próxima a la playa en una ciudad considerada como de lujo y diversión». «El primer encuentro con la librería supuso la caída del primer cliché sobre la ciudad», señaló.

De la Fuente supo desde el momento en que llegó a Marbella junto a su mujer, hace 54 años, que el municipio «único en tantos aspectos, estaba destinado a convertirse en uno de los destinos turísticos más importantes del mundo». Calificó de «hermoso privilegio» el haber podido dedicarse durante su etapa laboral «a trabajar por nuestra tierra y España con la humildad y la alegría del trabajo que se desea bien hecho aunque, debido a la humana condición, no siempre se consiga».

La tercera Medalla fue para la agrupación local de Protección Civil, que actualmente cuenta con unos 200 integrantes y que se fundó a principios de la década de los ochenta para garantizar la seguridad de los espectadores que acudieron a La Rosaleda a presenciar los partidos de fútbol del Mundial de España. «Durante estos años, muchos hombres y mujeres han dedicado sudor y esfuerzo para trabajar altruistamente por su ciudad. Los voluntarios siempre estarán dónde su ciudad les necesite», señaló el jefe del colectivo, Jesús Eguía.

La última Medalla, entregada a título póstumo, fue para el diseñador de moda David Delfín, que nació en Ronda pero pasó su infancia en Marbella hasta que, al cumplir la mayoría de edad, se trasladó a Madrid. La distinción la recogió su madre, María González, y los agradecimientos los pronunció un hermano del polifacético artista, José Domínguez. «Esta distinción permitirá recordar a David como un enamorado del mar, que llevará el nombre de Marbella siempre unido a él. David no se encuentra entre nosotros, pero las personas dejan de existir cuando se les olvida. David Delfín forever», dijo emocionada.

Los títulos de Hijos Adoptivos recayeron en Vicente del Bosque, Sergio Scariolo y Manolo Santana.

El seleccionador con el que España ha ganado su único Mundial y una Eurocopa, y que pasa largas temporadas en Marbella, aseguró que el municipio forma parte del triángulo de las ciudades que han marcado su vida, junto a Salamanca, donde nació, y Madrid, donde jugó al fútbol.

Scariolo reside en Marbella y es en la provincia de Málaga donde su Fundación Cesare Scariolo, en apoyo de niños con enfermedades oncológicas, centra la mayor parte de su actividad. «El título es otro motivo más para reforzar mis sentimientos con esta ciudad y para seguir intentando que la reputación de Marbella sea cada vez mejor», señaló.

Por su parte, Manolo Santana se instaló en Marbella en la década de los ochenta y en 1997 abrió su club de tenis. «No hay otro sitio en el que vivir mejor», señaló también emocionado.