Picaresca, humor y mucho realismo es parte de la fórmula empleada por Miguel de Cervantes en esta obra, escrita en 1613 e incluida en sus Novelas Ejemplares. El relato no tiene desperdicio.
Esta obra, como todas las que forman la colección, es indispensable para el lector que quiera acercarse aún más a este genial autor. La historia de `Rinconete y Cortadillo´ la protagonizan Pedro del Rincón y Diego Cortado. Ambos se han escapado de sus casas y por el camino de Toledo, dirección a Andalucía, se encuentran y entablan una peculiar amistad.
En plena pubertad, abandonaron sus casas porque sus familias los maltrataban. Para subsistir, tienen que agudizar su ingenio y hacer tretas. Entre ellas, camino de Sevilla, le roban a un arriero todo el dinero haciéndole trampas con las cartas. Llegan a Sevilla para conseguir su primer trabajo como mozos portadores, pero el oficio no es su fuerte y le roban a un sacristán una bolsa de dinero. Un chico llamado Ganchuelo ve el robo y les dice que robar no es buen oficio y que si quieren seguir deben formar parte de un grupo mandado por Monipodio, maestro de ladrones y demás trabajos `barriobajeros´. A cambio proporciona a cada miembro de la cofradía lo que necesita para sus funciones y los protege. Monipodio les pone el nuevo alias, ya que según él es el nombre que mejor les pega para sus edades.
Una vez en el Monipodio, pasan a ser meros espectadores de la situación que se presentaba en un patio, Cariharta, una prostituta que recibe una paliza de su querido Repolido y Gananciosa, otra prostituta, la consuela después de la paliza. A partir de aquí, entran en juego mil aventuras que describen la picaresca de una época y de un autor que no deja muy claro el final de la obra, porque parece que queda más novela por escribir.