Un millón de coches circula en España con las ruedas en estado deficiente o muy deficiente. Neumáticos sin dibujo, cuarteados, con golpes, hendiduras o rotos. Pero no tener las ruedas a punto tiene consecuencias. En tres de cada cuatro accidentes por causas mecánicas, los neumáticos no estaban en buenas condiciones.

Por eso cada 2.000 kilómetros hay que medir la presión y comprobar la profundidad del dibujo. Llevar los neumáticos defectuosos tiene sanción, falta grave y 200 euros de multa.