El fabricante nipón ha querido ser fiel respetando la historia de uno de sus coches que más alegrías le ha dado en las tres últimas décadas. La cuarta generación del roadster más vendido de la historia vuelve marcando nuevas pautas. Habrá que esperar a que pase el verano para que lo podamos ver por nuestras carreteras.

El diseño del nuevo Mazda MX-5 está inspirado para cautivar los sentidos de la vista y del tacto. Su presencia musculosa y atlética con sus personales faros delanteros en forma de ojos dan un aspecto muy atractivo. Sus elegantes proporciones y sus fluidas líneas discurren desde el exterior hasta el interior del coche, de manera que ofrece una increíble sensación de deportividad, diseño avanzado y seguridad.

La ligereza es una de los apartados en los que más han trabajado los ingenieros en el nuevo modelo de MX-5. Pesa unos 100 kg menos respecto a la tercera generación. Este hecho ha sido posible gracias al empleo de nuevos materiales, entre los que destaca el aluminio en ciertas partes como los refuerzos de los paragolpes, el capó y la tapa del maletero, entre otros, además de una capota de material textil de nueva factura que también sirve para ahorrar kilos en el peso total.

El diseño interior tiene un acabado artesanal de gran calidad, desde sus asientos de estilo deportivo hasta los controles intuitivos ubicados en el habitáculo del conductor. Todo lo necesario está al alcance del conductor. El Mazda MX-5 se ha diseñado para disfrutar del placer de conducir. El puesto de conducción bajo, centro de gravedad aún más bajo respecto a la anterior generación, motor delantero central, tracción trasera y reparto de pesos con el equilibrio perfecto (50 por ciento para el tren delantero y el 50 por ciento restante para el trasero). Son estas premisas técnicas las que le permiten siguir siendo fiel a su historia. La conclusión del silogismo es que el nuevo MX.5 es un icono inigualable.

Todo lo que ha hecho del Mazda MX-5 uno de los coches más divertidos de conducir del último cuarto de siglo sigue ahí, pero con con un añadido importante más seguridad. La nueva tecnología i-ACTIVSENSE vigila la carretera y te advierte de cualquier peligro potencial proporcionando generosos niveles de seguridad y comodidad. El vehículo incorpora tecnologías especialmente diseñadas para controlar el tráfico y las condiciones de conducción.

En combinación con la carrocería de alta rigidez y con los airbags delanteros y laterales, todas las tecnologías i-ACTIVSENSE garantizan la seguridad de los ocupantes, sin reducir ni el confort ni la experiencia de diversión al volante.

En el apartado de motores, podrá contar con dos propulsores de gasolina con la conocida tecnología Skyactiv-G. En concreto, serán el 1.5 Skyactiv-G de 131 caballos de potencia o el 2.0 Skyactiv-G de 160 CV. Este último podrá equipar el sistema de parada y arranque automático i-Stop, además del sistema i-Eloop, que acumula la energía generada en las frenadas para utilizarla en luces, radio, climatización, etc.

Cualquiera de los dos motores ( 131 y 160 CV) disponibles permite disfrutar de la conducción, si bien el que entrega más potencia ofrece un mejor empuje y se muestra con más respuesta. Como en los MX-5 anteriores, el motor está ubicado en posición central delantera y la tracción es mediante las ruedas posteriores. La carrocería mide 3915 mm de longitud, por lo que es más corta que la de cualquiera de las generaciones anteriores. El peso también es más bajo (hasta unos 100 kg) lo que ha permitido que las prestaciones, en especial la aceleración, hayan mejorado de forma clara.

Este modelo ha recibido el premio "Red Dot: Best of the Best" en una ceremonia celebrada el pasado lunes en el Teatro Aalto de Essen (Alemania) ante unos 1.200 invitados. Este premio se concede a diseños excepcionalmente innovadores procedentes de numerosos sectores. Este espectacular roadster junto con el resto de la gama Mazda están disponibles en la concesión malagueña Koni Motor.