Al final, siempre nos quedará la duda si fue casualidad o no. Pero el nuevo Opel Astra llegó a los concesionario justo en el momento en el que se salió a la luz el escándalo de Volskwagen sobre la manipulación en los motores diésel. Totalmente renovada y con unas línea más ligera y dinámica apareció a la vuelta de la esquina justo cuando la marca que fabrica a su principal competidor, el Golf, no estaba en su mejor momento.

Lo de la línea renovada no es sólo una impresión. Unos 200 kilos sobre el papel ha perdido con respecto a su atencesor. Se dice pronto para un vehículo que siempre luce cuatro puertas y se ha adaptado como pocos, al menos en su versión de serie, a los nuevos tiempos. El Astra puede conectarse a internet y está vinculado a una central que alerta a la asistencia sanitaria en caso de emergencia. OnStar lo llaman en Opel y es lo más parecido a navegar por la red estando dentro de un coche. Sorpende positivamente el sistema de luces inteligentes. Las largas convierten a la noche en día y se adaptan a la carretera como lo hacen también el asistente que mantiene al coche dentro de su carril. A esto, se le suma un avisador de distancia y la cámara trasera es siempre bienvenida a la hora de aparcar. Es verdad que es un equipamiento que viene en cada vez más modelos de serie, pero la del Opel se mueve sin problemas entre las que montan los vehículos que están un escalón por encima en la gama. "Dar un vehículo premium a un precio asequible", repiten una y otra vez en Opel y están infinitamente orgullosos de lo que ofrecen por lo que se desembolsa en el concesionario.

Las luces, desde luego, cumplen lo prometido. Como mencionado anteriormente, la luminosidad que ofrece es de alabar. Lo mejor, que las largas siempre pueden estar echadas porque el vehículo reconce si viene alguien de frente y cambia de forma automática. Lo que menos gusta el avisador del angulo muerto. Podría estar más logrado y, a veces, confunde. El asistente para evitar colisiones funciona, sin embargo, a la perfección. Si el conductor se acerca demasiado al vehículo que va por delante, primero salta en el cuadro un aviso en verde. Si se sigue acercando, cambia a rojo. Si aún así se siguen reduciendo las distancias, salta a la luna y emite un pitido. Si el conductor todavía no reacciona, el Astra comienza un frenado automático.

El interior también es de los que gustan. Aunque el Astra haya encogido en cinco centímetros, ofrece más espacio que su antecesor. Los asientos ergonómicos bien merece la pena pagar los 680 euros de más. Opel ofrece el Astra en las cuatro versiones de Selection, Edition, Innovation y Dynamic. En las últimas dos, el ya mencionado sistema OnStar viene de serie. Por ahora, el servicio es gratis durante un año. Después, según el fabricante, habría que pagar una cuota anual de 99 euros. Además de la asistencia en carretera, también sirve para localizar al vehículo en caso de robo.

En cuanto a motores, el Astra está ofrece cuatro motores de gasolina y tres de diésel. En potencia, la oferta va desde los 95 hasta los 150 caballos. No hay versión híbrida o, incluso, eléctrica del Astra. Igual, Opel hace bien en esperar. En su verisón de 105 caballos, la aceleración de 0-100 km/h se supera en unos once segundos. Para el día a día, fuerza suficiente. Quien quiera sensaciones más deportivas, tendría que optar por los 150 caballos.

En general, el Opel convence tanto por diseño como por un equipamiento de gama superior en un coche de gama media. Los asientos son comodísimos y el innovador sistema de OnStar convence. Recientemente nombrado como Coche del año 2016, lidera las listas de ventas en el país. Quien quiera un Astra nuevo, el disfrute empieza a partir de los 15.200 euros.