El principal motivo para comprar un Toyota radica en su fiabilidad y en su longevidad. Las emociones jugaban un papel secundario. Es algo que va a cambiar con el nuevo C-HR. Con una longitud de 4,36 metros y un diseño excepcional que está llamado a conquistar a los paladares más exigentes. Cortes profundos y esquinas marcadas resaltan en la carrocería. Los tiradores para las puertas traseras se sitúan en el techo. El interior se aleja del diseño del 08715. Una tira de luces conecta las puertas delanteras con el salpicadero. Hay tres tonalidades de luces distintas a disposición. La pantalla de ocho pulgadas se gira hacia el conductor. Para el navegador hay que desembolsar unos 890 euros extra .

Hasta ahora, Toyota se siente confirmado. La demanda es satisfactoria. Aunque su salida al mercado ha sido en el mes de enero, la demanda en los concesionarios es elevada. Una cosa está clara, y es que Toyota se ha lanzado abiertamente a la polarización. Seguramente, a la mitad del personal no le gustará el diseño, la otra mitad estará encantando. De alguna manera, el CH-R sigue los pasos del Nissan Juke, que ha podido hacerse con su hueco de mercado muy específico. Aunque el CH-R cuente con un diseño mucho más equilibrado.

Pensado para Europa, el C-HR se fabrica en Turquía. Si alguna vez llega a Japón, todavía no se ha decidido. Desde un principio, la idea era hacer un Toyota distinto. El nombre del proyecto C-HR (Coupé High Rider) suena a precisión científica, pero, quizá, otra nomenclatura hubiera sido más bonita.

Bajo el capó, el Toyota resulta ser muy convencional. Lo que, en el caso de Toyota, es realmente positivo porque es sinónimo de propulsión híbrida. El motor de 1,8 litros de cuatro cilindros adaptado del Prius con soporte eléctrico y la versión turbo de un motor de 1,2 litros son las únicas alternativas disponibles.

La opción inteligente, nos atrevemos a decir, sería la versión híbrida. Con 122 caballos, alcanza los 170 km/h. El consumo está en los 3,8 litros, aunque puede aumentar en función del tamaño de las llantas. El modelo 4x4 supera los 27.000 euros. Son casi 300 euros más que el precio de salida del modelo híbrido en la línea de equipamiento flow. El modelo base, con un precio que no llega a los 22.000 euros, viene equipado con todo tipo de asistentes y cuente con un climatizador y un equipo de audio solvente. El modelo punta en su versión híbrida está a disposición por algo más de 30.000 euros y cuenta con reconocimiento de señales de tráfico y cámara trasera. Toyota confía en el éxito del modelo. En Málaga, está disponible en Cumaca Motor, concesionario oficial de Toyota para la provincia.