El concejal de Régimen Interior del Ayuntamiento de Málaga, José Antonio Serrano Milanés, se ha puesto serio y ha decidido poner coto al trasiego comercial que en determinados días y a determinadas horas se convertía la Casona del Parque, especialmente con la compra- venta de agua mineral.

El artículo publicado en La Opinión de Málaga en abril pasado informando de cómo decenas de cajas con botellas de agua mineral desembarcaban en el Ayuntamiento para consumo de sus trabajadores alertó al concejal para poner orden a este trajín.

En el día de ayer, una orden o instrucción interna firmada por dicho edil, y que en los próximos días recibirán todos los trabajadores, "prohíbe la distribución, almacenamiento y venta de productos de cualquier tipo en las dependencias municipales sin la autorización previa".

Mala imagen. La orden, que entrará en vigor el próximo miércoles, 15 de junio, se justifica, según Serrano Milanés, ante "el incremento en los últimos tiempos" de "actividades comerciales no sometidas a contratos o convenios".

El objetivo fundamental, según explicó el concejal posteriormente, es "eliminar la descarga de cajas de agua mineral en los pasillos del Ayuntamiento " y luego el acopio y amontonamiento de "botellas en los despachos y oficinas del Ayuntamiento".

Serrano Milanés explicó que esto "no se puede consentir por seguridad, ya que el amontonamiento de cajas en los pasillos es peligro, ni por estética".

Tampoco se puede dar "la mala imagen de los despachos llenos de botellas" y además "por el propio prestigio de los funcionarios y del Ayuntamiento."

La solución: dos máquinas expendedoras que ofrecen botellines a buen precio y agua fresquita.