JAVIER GARCÍA RECIO. Málaga.

El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, mostró ayer su preocupación por el hecho de que las repercusiones del `caso Agüera´ puedan afectar a la imagen de la Policía Local de la capital.

De la Torre, que compareció en el pleno a requerimiento de Izquierda Unida para explicar determinados aspectos de lo que ha supuesto la realización y posterior filtración de un informe firmado por la Policía Local con aspectos sobre la vida privada de la concejala Rosa Agüera, señaló: "Espero que este tema no desgarre un cuerpo excepcionalmente positivo". Tuvo palabras especialmente para el Grupo de Escoltas y Menores (Gemac), "cuya profesionalidad está fuera de toda duda pues esta situación puede afectar a su moral y espíritu de trabajo".

En el mismo sentido, aunque acusando directamente a los grupos de la oposición de ello, la portavoz del PP Mariví Romero, se quejó de que "hay muchos agentes desmoralizados" de lo que culpó a IU y PSOE "que son los responsables de haber conseguido que los malagueños tengan una mala imagen de la Policía Local".

La oposición ataca. En sus explicaciones, el alcalde volvió a insistir en los argumentos ya conocidos aunque aportó algunas novedades. En concreto, aunque reiteró que conoció el documento cuando se filtró a los medios de comunicación, sí reconoció que anteriormente el concejal de Seguridad, Antonio Cordero "me había comunicado" el malestar de los escoltas de Rosa Agüera por el tiempo que la concejala les hacía esperar por las mañanas.

También se mostró partidario de que el informe sobre Agüera "debió ser destruido" una vez que cumplió su cometido.

Rechazó la tesis de la oposición de que es un caso de espionaje, "ya que así se deduce de quienes lo han elaborado". Por su parte, la portavoz municipal de IU, Isabel Martínez, sí consideró que ha habido un caso de espionaje y criticó que De la Torre quiera "pasar página destituyendo a la perjudicada por la trama de espionaje, cuando los imputados siguen gozando de su total respaldo".

Durante su intervención preguntó a De la Torre por cuestiones como quién y para qué decidió la redacción del informe; por qué no se decidió destruirlo; qué intencionalidad política considera que pudiera haber existido en las personas que lo hicieron público; si lo relatado pudiera estar manipulado con el objetivo de crear una caricatura de la edil; qué opinión le merece el contenido del documento, o si piensa destituir a alguno de sus cargos de confianza como máximos responsables de este escándalo.

La portavoz del PSOE, Marisa Bustinduy, exigió que se depuren responsabilidades políticas y lamentó que la única respuesta que ha dado el alcalde ante este asunto después de dos meses haya sido cesar a quien ha sido "la víctima de la vulneración del derecho de libertad". Además, denunció que "proteja a quienes son los responsables" de ello.

Por otra parte, el equipo de gobierno del PP se opuso a una moción socialista, que contó con el apoyo de IU, en la que se instaba al alcalde a asumir las competencias en el área de Seguridad, debido a la situación de "desgobierno" en que se halla, donde, ante la baja por enfermedad del concejal Antonio Cordero, es Carlos Rubio "quien ejerce de verdadero edil, pese a ser el mayor y principal implicado en los dos escándalos más turbios a los que se ha tenido que enfrentar el Ayuntamiento".

Concejala. Rosa Agüera, que ayer reiteró a La Opinión que no iba a dimitir, anunció que hoy presentará en el registro del Ayuntamiento un escrito de renuncia a la exclusividad, razón por la que dejará de cobrar su actual sueldo y pasará a recibir poco más de 10.000 euros al año. Además, perderá el coche oficial, si bien ayer la propia edil lo solicitó ayer de antemano.