El pintor y poeta malagueño Pepe Bornoy ha publicado su noveno libro, `Universo mínimo. Antología del mar, 1984-2005´, que ha sido editado por el Hotel del Pintor como obsequio para sus clientes. El encargado de la presentación, que tendrá lugar en el Centro de Arte Contemporáneo, será su "mejor amigo", José Infante, con quien compartió una importante temporada al frente de la colección de poesía `Jarazmín´.

-Su anterior libro salió publicado en 1987. ¿A qué se ha debido estos dieciocho años de paréntesis?

-En todo este tiempo he escrito mucho, hay dos libros más que aún son inéditos. Más bien ha sido un descanso en la publicación, no de la creación. En definitiva, ha sido una falta de estímulo, porque los pintores hablan de mí como poeta, y los poetas de mi faceta como pintor. Para que hubiera publicado tendrían que haberme estimulado más los poetas, pero siempre me han ignorado.

-Eso ha motivado que sea más conocida su faceta pictórica.

-Tampoco es justo que eso sea así, porque he escrito nueve libros, además de mi vinculación constante con la poesía con diferentes ediciones o mi labor como editor. A veces no he publicado por pudor, y ahora pensé que era el momento adecuado de cerrar mi trilogía del mar.

-¿Qué se encierra en ese `Universo mínimo´?

-Los últimos poemas son los únicos recientes, porque los anteriores son de hace unos quince años. Fue la hospitalización de mi madre la que me dio el tiempo para poner todo en orden y terminarlo. Era el momento de cerrar la trilogía y comenzar a escribir cosas nuevas. No obstante, el mar siempre va a estar presente en mi obra. `Universo mínimo´ es un libro terrible, depresivo, con una marcada soledad constante, pero con el mar como cómplice. Es una confesión al mar.

-¿Tiene que representar la obra el estado de ánimo del autor?

-El arte es una gran mentira, una fantasía. Puede ser tanto real como un invento, aunque es cierto que en este libro hay mucho de autobiográfico. Es la primera vez que hago algo que tienen que ver conmigo. Por eso he querido que sea más espontáneo que académico, ya que soy un tanto surrealista y contradictorio.

-¿Teme que no se entienda?

-Hay palabras que pueden parecer muy cultas, pero sólo hay que ir a las playas del Palo y preguntar su significado para descubrir que son populares. Este libro se entenderá mejor dentro de treinta años, porque no estarán los que tienen ahora las riendas de la literatura. Entonces se me juzgará como poeta y se valorará que pinto y escribo con la misma intensidad desde hace cuarenta años.