Carlos Moya y Alejandro Zaragoza viajaban en su vehículo a las cinco de la mañana de camino a casa cuando cayeron por un socavón de 25 metros situado en la calle Flamencos. Los jóvenes consiguieron escalar el terraplén, por el que seguía cayendo agua, y salir ilesos.
El 'milagro' de Carlos y Alejandro
ARCINIEGA
Carlos Moya y Alejandro Zaragoza viajaban en su vehículo a las cinco de la mañana de camino a casa cuando cayeron por un socavón de 25 metros situado en la calle Flamencos. Los jóvenes consiguieron escalar el terraplén, por el que seguía cayendo agua, y salir ilesos.
El 'milagro' de Carlos y Alejandro
ARCINIEGA
Carlos Moya y Alejandro Zaragoza viajaban en su vehículo a las cinco de la mañana de camino a casa cuando cayeron por un socavón de 25 metros situado en la calle Flamencos. Los jóvenes consiguieron escalar el terraplén, por el que seguía cayendo agua, y salir ilesos.
El 'milagro' de Carlos y Alejandro
ARCINIEGA
Carlos Moya y Alejandro Zaragoza viajaban en su vehículo a las cinco de la mañana de camino a casa cuando cayeron por un socavón de 25 metros situado en la calle Flamencos. Los jóvenes consiguieron escalar el terraplén, por el que seguía cayendo agua, y salir ilesos.
El 'milagro' de Carlos y Alejandro
ARCINIEGA
Carlos Moya y Alejandro Zaragoza viajaban en su vehículo a las cinco de la mañana de camino a casa cuando cayeron por un socavón de 25 metros situado en la calle Flamencos. Los jóvenes consiguieron escalar el terraplén, por el que seguía cayendo agua, y salir ilesos.
El 'milagro' de Carlos y Alejandro
ARCINIEGA
Carlos Moya y Alejandro Zaragoza viajaban en su vehículo a las cinco de la mañana de camino a casa cuando cayeron por un socavón de 25 metros situado en la calle Flamencos. Los jóvenes consiguieron escalar el terraplén, por el que seguía cayendo agua, y salir ilesos.
Carlos Moya y Alejandro Zaragoza viajaban en su vehículo a las cinco de la mañana de camino a casa cuando cayeron por un socavón de 25 metros situado en la calle Flamencos. Los jóvenes consiguieron escalar el terraplén, por el que seguía cayendo agua, y salir ilesos.