Santi sale de la cárcel y viaja al sur para visitar a Emilio, un antiguo compañero de celda que está enfermo. La casualidad hace que tropiece con Marina, la doctora que atiende a su amigo, con quien Santi tuvo un encuentro terrible hace muchos años y que ha marcado desde entonces la vida de ambos. Este reencuentro les obliga a enfrentarse a su pasado.