La juez Carmen Lamela envía a prisión a Jordi Sánchez y Jordi Cuixart acusados de un delito de sedición. La juez se refiere a las concentraciones de los días 20 y 21 de septiembre promovidas por ellos y orientadas a la protección de sus gobernantes, asegura Lamela, y para impedir el trabajo de la Guardia Civil, es decir, para impedir que se cumpla la ley. Lamela destaca que no fueron “precisamente pacíficas". La finalidad última era clara: alentar a la movilización y conseguir la celebración del referéndum ilegal del 1 de Octubre, y con ello la proclamación de una república catalana.