Una veintena de policías locales de Ronda se concentraron ayer en las puertas del Ayuntamiento en apoyo a un agente de este cuerpo que ha sido expedientado y trasladado a otro servicio por un decreto del alcalde, el andalucista Antonio Marín, por haber mantenido un incidente con el concejal socialista Francisco Cañestro durante el desarrollo de una procesión en el municipio, un hecho que ha sido catalogado por el regidor como "una falta disciplinaria grave".

Todo ocurrió el pasado sábado durante el transcurso de la procesión de San Cristóbal, cuando un vehículo estacionado impedía que el paso de costaleros pudiese ser mecido junto a un mosaico dedicado al santo. En ese momento Cañestro, que marchaba en la comitiva como representante del Consistorio, invitó al conductor del coche a retirarlo, atravesando la procesión, una maniobra que finalmente impidió el policía, afirmando que la regulación del tráfico era de su competencia, y originándose una discusión entre el agente y el concejal.

Ante esta situación, el alcalde le abrió un expediente disciplinario y decretó su traslado a la entidad local autónoma (ELA) de Montecorto, indicando que "no se puede permitir que un policía le falte el respeto a un edil".

El sindicato Unión de Policía Local y Bomberos (UPLB) pidió ayer a Marín que restituya al agente a su anterior destino y catalogó la actuación del regidor como "desproporcionada". Además insistió en que las competencias en materia de regulación del tráfico son de los policías y no de los políticos.