Fritas, cocidas, al horno. Muchos son los platos y las variedades posibles. No obstante, su sabor es inconfundible y su importancia gastronómica indiscutible. Pero, además, es el cuarto alimento más importante de todo el mundo, reconocido de forma expresa por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Ganadería, la FAO.

Tantas cualidades y hasta ahora nadie le había prestado la atención que merecían. Un seminario estatal sobre la patata organizado en Antequera de la mano de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), junto a la FAO, ponen sobre la mesa la importancia social y económica de este producto, cuya despensa malagueña se ubica en la vega de Antequera. "Tesoro escondido por desenterrar, como dirían los agricultores, y cuya principal sede se ubica en estas tierras agrícolas, con una campaña anual que supera los 17 millones de kilos", resaltó la concejala Agricultura del Ayuntamiento de Antequera, Lola Quintana.

A estas cifras se le une el volumen económico que genera este cultivo. Más de seis millones de euros anuales sólo en la comarca Norte de Málaga. Más los jornales creados: 25.000 directos y otros 12.000 indirectos. Ahora, en pleno proceso vegetativo del tipo de tubérculo conocido como tardío, las despensas de las principales empresas agroalimentarias de la zona interior malagueña se preparan para dar salida a 350.000 kilos diarios de patatas. "Una muestra más de la importancia de este cultivo, posicionado como la base alimenticia de un gran número de personas del tercer mundo", explicó el delegado de Agricultura, Antonio Moreno, durante el seminario, que congregó a unos 200 profesionales.

Intervención. El talón de Aquiles de este producto agrícola, y de muchos otros, es el diferencial de precios que queda reflejado al poner sobre la mesa el dinero que recibe el agricultor por su cosecha y el precio que acaba desembolsando el consumidor en el mercado. "Un problema que se reitera en una treintena de productos básicos y que supone un problema de peso para el productor y para el consumidor final", denunció el secretario de organización de COAG Andalucía, Eduardo López.

Y es que la diferencia entre ambos márgenes -coste en origen y destino- rondó el 600% de media en octubre. El premio al que se podría catalogar como el producto "menos rentable para el agricultor" fue otorgado al melón, seguido muy de cerca por las aceitunas y el repollo. "Hace falta una intervención del Gobierno sobre los precios de los alimentos. De hecho, la normativa existente contempla la intervención del Estado sobre aquellos productos considerados básicos", continúo López. Mientras los problemas diarios siguen su curso, millones de kilos de patatas se amontonan para ser distribuidos por todo el mundo. Cosas de la globalización.