Como ´Ángeles de la Guarda´. Así definía María Molina, vecina de Fuengirola, la operación que la Policía Nacional llevó a cabo ayer en pleno centro histórico de la ciudad. Un total de ocho personas, de diferentes nacionalidades, fueron detenidas por ocupar ilegalmente dos viviendas de la calle Independencia.

Los agentes pertenecientes a la Unidad de Prevención y Retención del Cuerpo Nacional de Policía fueron los encargados de desalojar los inmuebles.

A las siete de la madrugada comenzaba el operativo que, con total discreción y sin hacer ruido, acababa con más de tres semanas de permanencia ilegal en dichas propiedades privadas.

Siete vehículos de la Policía Nacional cortaban los accesos a la calle Independencia por calle Marconi y calle Medina. Los agentes accedieron a las viviendas a través de la azotea de un edificio contiguo además de aguardar diez agentes a las puertas de los inmuebles.

La operación se desarrolló sin incidentes. Los policías, incluso, dejaron que los ´okupas´ hicieran sus maletas. En los últimos días, el juzgado ya había comunicado a los inquilinos ilegales que tenían que abandonar las viviendas. Algunos de ellos decidieron irse durante el fin de semana por voluntad propia, quedándose hasta el final los ocho detenidos.

"He llegado a contar a más de 23 personas dentro de las casas. Lo que se me hacía más extraño es que igual los veías con ropa desaliñada como con trajes de chaqueta. Durante la última semana nos saludaban a los vecinos como si fueran uno más de nosotros. Querían integrarse en el barrio", comentaba Rosa Martínez, vecina de la zona.

Por su parte, Pedro Fernández, vecino de la calle Independencia, aseguraba que "desde su balcón podía ver cómo se preparaban la droga y que volvían a altas horas de la madrugada después de haber ingerido grandes cantidades de alcohol". Según los vecinos los ´okupas´ pusieron un frigorífico y otros muebles detrás de la puerta para que no entrara la policía y cada vez que querían acceder a la vivienda tenían que desplazarlos. "A veces ni se molestaban en mover las cosas, trepaban directamente por la fachada", aseguraba Rosa Martínez.

Los residentes del casco histórico se muestran muy satisfechos por la operación de la Policía Nacional.