Medio centenar de vecinos del Valle de Abdalajís se encerraron ayer en el Ayuntamiento para pedir agua corriente en sus casas –sin suministro desde hace seis años– y mejoras en los caminos de acceso.

Los vecinos de las urbanizaciones de Cortijo Alto, La Horca y Buenavista ocuparon por la mañana varias dependencias del Consistorio, a cuya entrada colocaron un pesebre con una burra.

Los vecinos afirman que las viviendas tienen licencia de obras de 2003 y permiso de habitabilidad, además de haber pagado todo desde entonces el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), pero no tienen instalación ni suministro de agua, según el portavoz, Antonio Bravo, por lo que tienen que llenar sus depósitos con cubas.

Bravo afirma que los caminos para acceder a sus casas están "en muy malas condiciones" y ninguna administración ha hecho nada para arreglarlo.

Por su parte, el alcalde, Alfonso García (PSOE), reconoció que el Consistorio "no puede asumir las obras" para abastecer de agua a este paraje, por su elevado coste. El regidor añadió que "hay un problema de legalidad", ya que la anterior corporación autorizó la licencia de obras para las casas, pero un juez dictaminó que eran ilegales debido a su situación. Según García, la única solución es hacer una conexión de agua desde Los Verdiales, pero esto exigiría la instalación de nuevas tuberías, lo que tardaría unos dos años que no están dispuestos a esperar los afectados.