Sin suficientes plazas ni aulas, así han comenzado el curso los niños del colegio Gerardo Fernández de Mollina. Desde hace varios años los padres se quejan de la falta de aulas y espacios comunes. Además, el alumno de educación especial está dando clases en lo que era un almacén y es que el colegio tiene más alumnos de los que puede albergar.

Mollina está experimentando un enorme crecimiento poblacional en los últimos años, que le ha llevado a multiplicar el número de alumnos de educación Infantil y Primaria que requieren plaza en el único colegio del pueblo.

"El comedor ya es una realidad, aunque esté sin construir, pero las aulas siguen siendo un desastre, incluso el aula de educación especial se ubica en lo que antes era un almacén y los niños de Infantil tienen que subir a la planta más alta, donde están los mayores", comentó la presidenta de la Asociación de Padres y Madres de Alumnos del colegio, Ana Mejías.

Este año el Consistorio ha realizado algunas reformas en el colegio, como el arreglo del muro del patio delantero.