Los basureros de Marbella siguen en pie de huelga. La asamblea general que representa a los 256 trabajadores de la empresa municipal de Residuos Sólidos Urbanos (RSU) decidió ayer por mayoría convocar un nuevo paro entre el 11 y el 25 de enero. No hubo ni un solo voto en contra de la iniciativa, aunque se registraron seis abstenciones.

Los sindicatos convocantes, CGT, SAT y STAL, no están de acuerdo con la privatización del servicio de recogida de basura aprobado en solitario por el PP en el pleno extraordinario celebrado el pasado 16 de diciembre, según informaron sus representantes ayer a este diario.

En virtud de esta decisión, este servicio será público 241 días al año y privado los restantes 124, correspondientes a sábados, domingos y festivos. Una medida que entrará en vigor el próximo 18 de enero. De esta forma, el Ayuntamiento creía poner punto final a un conflicto laboral suscitado el pasado noviembre.

Los representantes sindicales de los empleados de RSU temen que esta actuación no sea más que un primer paso para privatizar por completo esta prestación.

Dinero. Asimismo, aseguran no entender por qué el Consistorio les niega una mayor aportación económica por trabajar en jornadas extraordinarias como son los fines de semana y los festivos y, sin embargo, sí tiene capacidad económica para contratar a una empresa privada para suplirles.

Según explican, su petición no supone más que un incremento presupuestario de 65.000 euros anuales para las arcas públicas; mientras que la nueva contrata asciende al gasto de 1,4 millones.

"La presente declaración de huelga se promueve al haber resultado infructuosas las negociaciones y propuestas realizadas para llegar a un acuerdo en las materias objeto de conflicto. Los intentos de resolver las diferencias son perfectamente conocidos por la empresa". Así reza el documento presentado ante el Ayuntamiento, la Delegación provincial de Empleo.

La próxima cita entre trabajadores y empleadores municipales será en la sede malagueña del Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales (SERCLA). Ayer fue remitida la solicitud de la plantilla. Mientras tanto, la amenaza se mantiene.

Ya el pasado 4 y 5 de diciembre, los empleados de este servicio protagonizaron un paro que dejó cerca de 500 toneladas de basura en las calles en pleno puente de la Constitución. El gobierno del PP accedió a su petición entonces. Les liberó de trabajar los fines de semana. Ahora quieren hacerlo, pero bajo el pago que piden y creen justo.