Cinco de la madrugada. Es domingo y hoy toca Fórmula 1. Hasta cuatro pilotos alemanes tomarán la salida con opciones de triunfo en tierras asiáticas, en una de las primeras carreras del año con Fernando Alonso ya en Ferrari. El teutón Nicolas Weiss abre con ilusión su bar, típicamente germano pero situado en la urbanización Centro Internacional Bau Hoffmann de Torrox Costa. No tardarán en llegar no menos de 20 compatriotas, con la intención de ver juntos la carrera.

"Mi piloto favorito es Nico Rosberg. No es porque se llame como yo, sino porque como le pasa a mucha gente aquí con Alonso, a Michael Schumacher, con tantos títulos, no le hace falta más gente apoyándolo". A este otro Nico, con acento torroxeño y sonrisa permanente, le sobran los motivos al preguntarle qué hace a tantos kilómetros de sus país. "Lo que te van a decir todos es que el clima es muy muy frío en nuestro país. Pero también me gustan las chicas españolas, que son muy cariñosas". Creció a base de veranos en la playa de Ferrara, donde veraneaban sus abuelos. Hoy no cambia la Axarquía por Baviera ni en sueños. "Soy andaluz", agrega.

Las historias humanas de alemanes que se sienten aquí como en su casa se suceden de puerta en puerta. Cruzamos la calle para encontrarnos un lunes cualquiera, a las nueve de la mañana, al que se presenta a sí mismo como propietario de una típica pescadería alemana: "Sólo entra aquí algún español que o bien ha emigrado a Alemania o ha estado allí de turista y ha probado, por ejemplo, mis bocadillos de trucha o salmón".

Junto a su mujer, Biggi, descubrió este municipio hace ahora cuatro años. "Me gustó tanto la gente que me dije que quería volver para quedarme". Ahora tiene este negocio propio, hasta donde semanalmente llega un camión procedente de Hamburgo con la mercancía fresca. Henry la prepara artesanalmente, como dictan las normas de su tierra y cada vez tiene más clientes.

Una panadería donde no hay ni una variedad de pan propia de nuestro país, una lavandería sin carteles en español, otro bar, un pub que en una pizarra sólo anuncia retransmisiones deportivas de equipos teutones. No es Berlín, pero parece. "En un estudio que se hizo hace menos de diez años se verificó que unas trescientas familias de la capital alemana tenían alguna propiedad inmobiliaria en Torrox Costa", apunta el Patronato de Turismo, donde se planea una campaña que permita generar una mayor conciencia sobre la necesidad de estar empadronado y contribuir así a incrementar los ingresos públicos procedentes de los dividendos estatales que cada mes se transfieren.

A fecha de hoy figuran en el padrón municipal 2.757 personas de nacionalidad alemana, que representan el 15,11% del total de habitantes censados (18.246). Es por supuesto la segunda comunidad más numerosa de Torrox, sólo superada por la nativa, la española. Pero, además, en ningún otro rincón de la Península Ibérica se concentra otra colonia germana tan numerosa –en España sólo las islas permanecen por delante–.

José Antonio Encinas, que gestiona junto al resto de su familia el supermercado del bloque 88 de Bau Hoffmann con tres décadas de historia, argumenta que el 95% de su clientela es alemana. "Lo que nos gustaría es que hubiese un mayor relevo generacional. Cada vez la población es de mayor edad", argumenta.

Hay excepciones, como el caso de la joven Nina Hartmann, que visita la zona tres o cuatro veces al año desde que tenía 15. Su familia también llegó cierto día atraída por el lema local de ´Torrox, Mejor Clima de Europa´. Ahora viven en esta ´pequeña Alemania´.