La lucha obrera acampó ayer en un hotel de gran lujo en Marbella. El mítico hotel Los Monteros acogió a los representantes de los comités de empresa de una decena de firmas andaluzas en crisis, convocados por el Partido Comunista. Entre ellos, comités de los hoteles malagueños Byblos, Don Carlos, Guadalpín y Las Palmeras.

Los parados y paradas de estas empresas compartieron sus experiencias. "Hemos escuchado auténticos dramas humanos", explicó a este diario el secretario general de los comunistas andaluces, Juan Manuel Mariscal.

Sus problemas son comunes. Las empresas para las que trabajaban han reducido costes, empezando por la plantilla, criticaba el partido convocante. El caso del hotel Los Monteros es paradigmático en este sentido. "Los últimos en presentar expedientes de regulación de empleo han sido los Astilleros de Sevilla y el periódico El Correo de Andalucía", adelantaron.

Llamamiento. Mariscal llamó a la movilización de todos los trabajadores andaluces. Un llamamiento a la huelga general. "Es necesario que tomemos conciencia de clase", completó Juan de Dios Villanueva, vicesecretario de la formación en Málaga.

Actualmente, hay una huelga de capital porque "el dinero que se ha ganado está en alguna parte", advirtió Villanueva. En su opinión, este dinero está retenido aposta para forzar reformas laborales que mermen el derecho de los trabajadores. Ahora, "lo que toca es recuperar el sector público".

Los comunistas tratan resucitar el movimiento obrero. "El que tiene miedo al Partido Comunista es porque no lo conoce. Podremos haber metido la pata, pero nunca hemos metido la mano. Lo hemos demostrado en los ayuntamientos que hemos gobernado", dijo.

Mariscal cree que algunas personas se han apropiado de la ideología comunista para defender sus intereses. "Me niego a que el partido se asocie a esas experiencias", señaló. "Un señor como Ratzinger, que avala tocamientos a niños pequeños, me parece el menos católico del mundo. Sin embargo, hay gente que diferencia y se sigue sintiendo católica", dijo.

Los participantes, más o menos afines a la ideología, agradecieron el encuentro. "Nos ha dado esperanzas para seguir luchando", señalaron.