Una persistente lluvia impidió que en la mañana de ayer la patrona y alcaldesa perpetua de Ronda, la Virgen de la Paz, recorriera las calles de la ciudad.

Pero la suspensión de la procesión no impidió que cientos de rondeños, además de representantes del Ayuntamiento y de la Agrupación de Hermandades y Cofradías, se agolpasen en el santuario para contemplar de cerca a la virgen, cuyo trono fue decorado para la ocasión con rosas y gladíolos blancos.

Los hermanos horquilleros mecieron durante casi una hora el trono en el interior del templo, bajo los sones de la Banda Municipal de Música de Ronda Aureliano del Real, y la Banda de Cornetas y Tambores Virgen de los Dolores Coronada de Álora.

El hermano mayor, Manuel Jiménez Friaza, le pidió a la Virgen ayuda para combatir el paro.

El santuario estuvo abierto a lo largo de todo el día para que los fieles pudiesen ver y orar ante la Virgen.