El vino y el corcho son dos de las industrias más importantes en la Serranía de Ronda. Y para potenciar ambas, el Ayuntamiento rondeño se marcó el objetivo de que cada una de las botellas que se produzcan en las bodegas de la comarca lleven tapones elaborados con corcho de la zona. Para ello, reunió a bodegueros, productores y empresas transformadoras de corcho en unas jornadas que fueron clausuradas ayer con la presencia de la delegada provincial de Agricultura, Mónica Bermúdez.

No obstante, y aunque este fin se encuentra aún en las primeras fases de desarrollo, sí que quedó constatado que los tapones de corcho son los más adecuados para el desarrollo del vino, al permitir su oxigenación y poder continuar con la evolución de los caldos, una vez que han sido embotellados.

Además, también se puso de manifiesto que este aspecto se vincula en estos momentos a los vinos de calidad, debido a que los tapones de aluminio o de silicona han ganado mucho terreno entre los vinos baratos por su mejor coste de producción. De hecho, las bodegas ya utilizaban tapones de corcho para la mayoría de sus envases, aunque lo que ahora se persigue es que sean exclusivamente de producción local.

Mientras tanto, el delegado municipal de Agricultura, Antonio Aranda, daba a conocer que la producción de corcho de la presente campaña asciende a 250.000 kilos de corcho de una calidad superior a la de anteriores años, según sus palabras.

Sin embargo, muchos de los productores han tenido dificultades para dar salida a todo el corcho obtenido, algo que se paliaría en parte con esta iniciativa.