El secretario general de la Presidencia del Gobierno, Bernardino León Gross, aseguró hoy que Europa se encuentra "en un momento de crisis en el que tiene que asumir responsabilidades y, a la vez, superar esa crisis de la niñez política a la madurez".

Así, señaló, durante su participación en el municipio malagueño de Ronda en el curso 'La crisis: un análisis global', de la Universidad de Málaga (UMA), que Europa debe decidir "cómo lo va a hacer y su papel en el mundo".

De esta forma, manifestó que, durante la Presidencia española en la Unión Europea asociaba la crisis financiera del país a la que atraviesan todas las personas desde la adolescencia, que tiene lugar durante la transición de niño a adulto, hasta la llamada 'crisis de madurez' cuando, según explicó, "uno se plantea cuál es el proyecto de su vida, qué quiere dejar atrás cuando se marche del mundo y cuál es el destino que afronta".

En este sentido, afirmó que "ambas están presentes en lo que se refiere a Europa, que tiene mucho que ver con lo que ocurre en el mundo", el cual, aseguró, se encuentra en un momento de transición "profunda". De esta forma, una vez terminada la etapa de la Guerra Fría, el mundo se enfrenta a la globalización, en la que tienen lugar crisis de naturaleza política, de seguridad y económicas.

León Gross abordó la idea de crisis desde el punto de vista positivo, calificándolo como un momento de cambio "más o menos traumático" tras un periodo de estabilidad. "Solemos denominar ese cambio como una crisis, un cambio profundo de circunstancias y, casi siempre, los seres humanos hemos conseguido mejorar las cosas después de esos momentos", manifestó.

En referencia a la Presidencia europea de la UE, confesó sentirse "satisfecho", a pesar de la complejidad del contexto en el que se desarrolló. En este sentido, puso de manifiesto la crisis económica y política, así como "las dudas respecto a qué dirección debe tomar Europa". Asimismo, indicó que "la institución no estuvo operativa hasta el mes de marzo, con nuevas instituciones, como el presidente del Consejo o la alta representante para la política exterior".

De esta forma, expresó que "no ha sido fácil" desarrollar los objetivos del programa europeo que pasa, por un lado, por contribuir a que las nuevas instituciones europeas se consolidaran plenamente, un hecho que, añadió, "se está consiguiendo"; así como avanzar de manera "muy notable" en la gobernanza económica europea.

A su juicio, "Europa no puede seguir siendo un ente indeterminado entre una organización internacional y un Estado" del que, aseguró, tiene que estar mucho más cerca. Por último, dijo que Europa "se plantea si quiere o no asumir responsabilidades y si quiere o no dejar su impronta en las relaciones internacionales" en lo que, aseguró, "sólo existe una respuesta y tiene que ser positiva".