Adentrarse en los baños termales de Carratraca es hacerlo también en la historia. El balneario abrió ayer un nuevo capítulo tras pasar su gestión a la firma Capella, que tiene varios establecimientos turísticos especializados en salud en Estados Unidos.

El hotel balneario –propiedad desde 1998 del empresario Ricardo Arranz– ha estado cerrado en varias ocasiones. R&A lo adquirió, lo rehabilitó durante cinco años con una inversión de 18 millones de euros y lo inauguró a finales de 2007, pero cerró a finales del año pasado.

Para atraer tanto al turismo nacional como al extranjero de la Costa del Sol, el balneario se ha convertido en una opción de salud y descanso con un centro médico especializado.

Así, el balneario vuelve también a sus raíces, cuando Carratraca creció como pueblo alrededor de su mayor riqueza: el agua sulfurosa de su manantial. Las aguas de Carratraca se han convertido en un atractivo turístico por sus beneficios terapéuticos y medicinales.

La joya del interior de Málaga

La emperatriz Eugenia de Montijo y su hermana María Francisca, decimoquinta duquesa de Alba, se encargaron de dar a conocer en Europa las termas de Carratraca y, gracias a ellas y a su padre, el Conde de Teba, y a Fernando VII, las termas fueron frecuentadas durante el siglo XIX por destacados personajes de la política, la aristocracia y la cultura.

Cánovas del Castillo, Rainer María Rilke, Lord Byron y Vicente Aleixandre, Alejandro Dumas o Antonio Muñoz Degrain fueron algunos de los personajes ilustres que acudieron a Carratraca. Pero el descubrimiento de las propiedades del agua se remonta siglos atrás, cuando casualmente un mendigo enfermo, Juan Camisón, observó cómo el agua curaba a las cabras enfermas de un pastor y el también sanó cuando decidió bañarse.

Las propiedades terapéuticas del manantial llevaron a la construcción del balneario, único en la provincia de Málaga. El edificio, que fue mandado construir por Fernando VII e inaugurado en 1855, estuvo cerrado varios años por reforma. Ahora oferta un amplio servicio de tratamientos.

La oferta del hotel Villa Padierna Thermas de Carratraca ofrece dos, cuatro y siete noches, con programas que van desde los más caros, con todo tipo de dietas y tratamientos de 1.300 a 2.175 euros por persona. Además, dispone de 43 habitaciones, a 120 euros la habitación individual por noche y la doble 200 euros, aunque también hay suite de lujo por 300 euros.

El municipio de Carratraca vuelve así a recuperar su gran atractivo que le permitió crecer como pueblo y que ahora puede contribuir a dar un impulso económico a los vecinos de esta localidad.