El alcalde de Benalmádena, Enrique Moya, ha dictado un bando por el cual a partir de ahora se sancionará el ejercicio de la prostitución en las calles del municipio.

Los vecinos de zonas como Puerto Marina y Solymar siempre se han quejado de que la delincuencia, el trapicheo y el botellón no les dejan pegar ojo, pero los informes policiales sobre prostitución en sus calles ha sido la gota que ha colmado el vaso.

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Benalmádena ha empezado a tomar medidas. La primera ha sido dictar este bando contra la prostitución callejera, que estará vigente hasta que entre en funcionamiento un nuevo artículo, el 52 bis de la Ordenanza Municipal de Convivencia Ciudadana sobre «Utilización del espacio público para el ofrecimiento y demanda de servicios sexuales», aprobado en pleno ayer y que entrará en vigor en un mes.

«Somos conscientes de los problemas que hay en algunas zonas en las que están proliferando personas que ofertan y contratan servicios sexuales –argumentó el alcalde, Enrique Moya–. Por eso, las medidas que vamos a tomar están encaminadas a eliminar esta lacra social, que está deteriorando la imagen de Benalmádena como municipio turístico y supone un gran perjuicio para los vecinos».

El bando castiga la exhibición de prácticas sexuales en público, la oferta y demanda de estos servicios, y pretende preservar la convivencia en las calles de Benalmádena. Para Moya, «la prostitución se está convirtiendo en un problema de orden público que afecta a vecinos, turistas y comerciantes, por eso, vamos a adoptar las medidas necesarias para acabar con ella». La Policía Local «ya está actuando severamente para erradicarla», añadió.

En realidad, no sólo se trata de sexo callejero. La prostitución abarca un entramado que puede llegar a ser mucho más complejo de lo que parece, con bandas de proxenetas y mafiosos de por medio.

Además, el Área de la Mujer va a poner en marcha planes de acción integral para erradicar la trata, la prostitución y otros tipos de explotación sexual, con programas específicos para la atención de estas mujeres, explicó Moya.

Pero la prostitución también se da en pisos particulares en los que se están montando miniclubs encubiertos y en hoteles. Por eso, el alcalde añadió que no van a parar ante esta lacra que está perjudicando a los vecinos y la imagen del municipio. «Adoptaremos las medidas que sean necesarias para erradicar la prostitución y sus ramificaciones», sentenció.