Ocho de los 35 miembros de la ejecutiva del PSOE de Ronda: Belén Calderón, Charlotte Wilmot, Pepa Becerra, Francisco Ruiz, Maribel Morales, Antonio Aranda, Encarnación Narváez y María José Castaño, presentaron ayer por la tarde su dimisión de este órgano de dirección, «por la falta de democracia interna, las actitudes dictatoriales, la imposición del pensamiento único, la falta de transparencia y la ausencia total de diálogo y autocrítica», explicaron en un comunicado.

Los dimisionarios, algunos de ellos concejales en la anterior legislatura y que están alineados en el sector crítico del PSOE de Ronda y que cuentan con el apoyo del veterano socialista Juan Fraile, han dado este paso después de que el secretario general, Francisco Cañestro, haya anunciado que en la asamblea de militantes del día 13 de julio se «va a impulsar la renovación en la ejecutiva que nos exigen los ciudadanos tras los resultados de las pasadas municipales». Una renovación, que a juicio de los críticos, les dejaría fuera de la dirección.

No obstante, Cañestro se siente respaldado a la hora de tomar este tipo de decisiones, ya que recientemente presentó una moción de confianza en la ejecutiva, en la que obtuvo el respaldo de la mayoría de sus compañeros.

Pero la crisis surgida en el PSOE rondeño ha provocado más voces discrepantes. La presidenta local del partido y directora general del Medio Rural de la Consejería de Agricultura de la Junta, Isabel Aguilera, dijo ayer tarde que no le parece «correcto, oportuno ni adecuado, promover una renovación de la ejecutiva que implique dejar fuera a un sector o a una corriente de opinión».

Con los de ayer, ya son nueve los miembros de la ejecutiva que han renunciado en los últimos días.