La Plataforma Ciudadana en Defensa del Tajo de Ronda y su Entorno, compuesta por una docena de asociaciones y colectivos locales, organizó la mañana de ayer una marcha hasta la Casa Rúa, en las cornisas del Tajo, con salida desde la céntrica Plaza de España y en la que participaron alrededor de un centenar de personas. El motivo no era otro que solicitar a las administraciones y a la familia Sánchez Robles que se alcance un acuerdo que evite la construcción de una urbanización y un hotel de lujo en esta zona debido al impacto visual que causaría, ya que incluso podría afectar negativamente en la declaración de Ronda como Ciudad Patrimonio de la Humanidad por parte de la Unesco.

Según el portavoz de esta plataforma ciudadana, Andrés Rodríguez, «el mayor recurso con el que cuenta Ronda es su paisaje», y aunque los propietarios cuentan con una sentencia favorable del Tribunal Supremo después de 28 años de lucha, la solución podría estar en «una permuta de los terrenos que compense a la propiedad y permita que no se urbanice en la zona».

Por su parte Juan Terroba, representante de Silvema–Serranía de Ronda, asociación ecologista que también integra la plataforma, señaló que «los rondeños no entenderían que se sacrifique esta zona, una de las más bellas de Ronda, así como tampoco lo haría la Unesco».

Según Terroba, hay dos organizaciones responsables: la Consejería de Obras Públicas de la Junta de Andalucía y anteriores corporaciones municipales. Aunque todavía hay motivos para la esperanza ya que «estamos a tiempo de evitar este atropello urbanístico y por ello seguiremos luchando».

Desde el consistorio municipal también se está tratando de alcanzar un acuerdo con la familia Sánchez Robles y se han mantenido contactos a lo largo de las últimas semanas, aunque será difícil por la delicada situación de las arcas municipales y porque en caso de concretarse, el proyecto traería consigo la creación de numerosos puestos de trabajo.