El incendio declarado el pasado sábado en Pujerra, en el paraje denominado El Helechar de la Serranía de Ronda, quedó controlado ayer lunes a las seis de la tarde, según informaron fuentes del Infoca. El fuego, que se extendió con rapidez debido al fuerte viento que sopló en la zona durante todo el fin de semana, permaneció activo durante unas 55 horas y recorrió unas 750 hectáreas, aunque aún queda por determinar el grado en el que se ha visto afectada cada zona.

El incendio ha afectado a Sierra Bermeja y el Alto Valle del Genal y ha propiciado un amplio despliegue del dispositivo para la Prevención y Extinción de Incendios Forestales para controlarlo. Además, con el paso de las horas alcanzó el nivel 2 de emergencia, lo que supuso la incorporación de la Unidad Militar de Emergencias (UME) del Ejército, que desplegó 120 militares, cuatro aviones anfibio y un helicóptero, aunque ese nivel se desactivó ayer.

Durante la jornada de ayer se retiraron también los medios aéreos (cuatro helicópteros y un avión de coordinación), mientras que el personal de tierra –más de 70 efectivos entre especialistas de extinción, técnicos y Agentes de Medio Ambiente– fueron abandonando de forma progresiva.

Los municipios que se han visto afectados son Pujerra, Jubrique, Júzcar y Benahavís. Afortunadamente, no ha sido necesario proceder al desalojo de ninguna vivienda, ya que el incendio no ha afectado a zonas urbanas.

Entre las especies que han sido dañadas por el desastre se incluyen castaños, pinos y matorral. Según fuentes del Infoca, será necesario que transcurra un año aproximadamente para que los técnicos puedan establecer el tiempo que puede tardar la zona en recuperar el estado que presentaba hasta que se produjera el siniestro.

No intencionado. El consejero andaluz de Medio Ambiente, José Juan Díaz Trillo, afirmó ayer durante su visita a la zona afectada que «no parece que haya una causa intencionada» en el incendio por el lugar y las circunstancias en las que se ha producido, de mucho frío, poca humedad y viento fuerte.

Díaz hizo un llamamiento a la población para aumentar la precaución sobre las quemas de rastrojos –permitidas en esta época y prohibidas de junio a octubre– y otras actividades agrícolas porque no hay previsiones de lluvia a corto plazo y el campo andaluz está en una situación de riesgo. Además, calificó de «extraordinario» el fuego, no sólo por las dimensiones, sino por que puede ser el «primer gran incendio» (al superar las 500 hectáreas) que ocurre en Andalucía en los dos últimos años.

La escasez de precipitaciones hasta el momento, con la práctica ausencia de lluvias, junto con las temperaturas extremas, favorecen la desecación de la vegetación y la propagación del fuego. «En este contexto se explica –según un comunicado de la Junta– la propagación de un gran incendio forestal (que supera las 500 hectáreas afectadas)», aunque la época de peligro alto de este tipo de siniestros comprenda del 1 de junio al 15 de octubre.

Fuentes de este dispositivo manifestaron que «la Brigada sólo establece las hipótesis cuando tiene pruebas de peso para hacerlo y hasta el momento no son suficientes».

Colaboración. El alcalde de Jubrique, David Sánchez, quiso destacar el trabajo de los retenes de la Junta de Andalucía y de la Unidad Militar de Emergencias y añadió que «el pueblo también ha colaborado en lo que ha podido con los dispositivos».

Por su parte, el alcalde de Júzcar, el socialista David Fernández, señaló que su municipio es uno de los más afectados, ya que varias fincas han resultado dañadas y calculó que han sido unas 200 hectáreas las alcanzadas por las llamas, al tiempo que matizó que «la capa del suelo que se ha ido acumulando con los años arde con facilidad y por este motivo los daños causados han sido mayores».