Durante algo más de dos días, Guaro ha tenido el corazón en un puño por uno de sus vecinos. Juan Mangas, de 54 años, desapareció el pasado domingo sin dejar rastro y sus familiares y amigos no han parado hasta encontrarle. El operativo de búsqueda, liderado por la Guardia Civil, dio sus frutos ayer sobre las 16.00 horas, cuando fue localizado deambulando, desorientado y muy nervioso en Guájar, un paraje que se encuentra entre su pueblo y Monda.

La preocupación era máxima, ya que Juan padece de esquizofrenia y su entorno más cercano estaba convencido de que no tomaba la medicación al menos desde el día de su desaparición, o incluso antes. «Llevaba un tiempo que no quería tomarla», explicó Ismael Acebuche, primo hermano de Juan que ha vivido que desde entonces ha vivido a caballo entre la angustia, Cártama y Guaro para encabezar la búsqueda de su familiar.

Según su propio testimonio, la noticia de la desaparición de Juan comenzó a gestarse a mediodía del domingo, el día de las elecciones autonómicas. Sobre las 12.00 horas, sus vecinos ya comenzaron a extrañarse al comprobar que la puerta de su vivienda, localizada en el número 38 de calle de la Sierra, permanecía abierta. «Juan es muy desconfiado, nunca dejaría abierta la puerta. Él vive solo, con la ayuda de una asistenta, pero se da la circunstancia de que la mujer descansaba el domingo», explica Acebuche.

Sin embargo, la voz de alarma no se dio hasta la tarde-noche, cuando los vecinos vieron que la puerta continuaba en la misma posición y Juan no respondía a las llamadas. No se atrevieron a entrar y fue cuando la Guardia Civil se presentó en la vivienda. Juan no estaba dentro y el interior presentaba un perfecto orden. Tanto es así, que cuando llamaron a la asistenta ésta concluyó que Juan no se había duchado. «El baño estaba como ella lo dejó y tampoco se había puesto la ropa limpia que siempre le deja preparada», explicó Ismael, quien añadió que les preocupaba mucho que no se hubiera llevado ropa de abrigo para afrontar el frío de la sierra.

Carteles. Comenzó la movilización. El hermano de Juan vino el lunes desde Madrid para colaborar en la búsqueda y su entorno comenzó a pegar carteles en Guaro y en los municipios más próximos. Ismael hizo lo propio ayer en Marbella, «ya que a mi primo le encanta y en el pueblo hay para de autobús». Cuando Ismael regresaba de nuevo a Guaro para encontrarse con la Guardia Civil, los agentes le llamaron por teléfono para darle la buena noticia. Habían encontrado a Juan en el campo, en aparente buen estado aunque bastante nervioso. Finalmente, fue trasladado a un centro hospitalario de la capital para ser atendido.