Ronda contará en pocos meses con una nueva iglesia en la barriada de San Rafael, que se encuentra ya al 70% de ejecución. La nueva parroquia supondrá una inversión de 1,7 millones de euros a los que hará frente el Obispado de Málaga con la ayuda de las donaciones.

El centro parroquial ha sido elaborado por el arquitecto Javier Carrasco y los trabajos están siendo ejecutados por la constructora Espacio 50, una de las 17 empresas que presentaron sus proyectos.

El templo, que mostrará un diseño moderno, contará en la parte izquierda con una capilla para el Santísimo y en la derecha se situará el espacio dedicado a la Virgen María, así como la pila bautismal. Además, será el primero en la ciudad que disponga de un columbario para los difuntos.

Esta infraestructura está generando entre 50 y 60 puestos de trabajo directos e indirectos y siempre se ha intentado, según fuentes de la constructora, contratar a personas en situación de desempleo.

El párroco de San Cristóbal, José Luis Pastor, que también será el encargado de la iglesia de San Rafael, apuntó que el nuevo templo tendrá una capacidad para 650 personas.

Además, Pastor aseguró que «las iglesias de la ciudad son suficientes, pero no el espacio que ofrecen, ya que el número de niños que se preparan para recibir al Señor por primera vez dentro de su proceso de iniciación cristiana ha crecido hasta los 420».

Y es que, en los últimos años la iglesia de San Cristóbal ha llegado a masificarse acogiendo a los feligreses de las zonas próximas, aunque en la ciudad hay actualmente diez templos destinados al culto religioso.

Por otra parte, el párroco apuntó que para llevar a cabo este complejo parroquial, que formará parte de la Parroquia de San Cristóbal, es necesaria la colaboración de todos. «Ya hemos contado con el esfuerzo del anterior párroco, Don Alonso Ros y el apoyo del Ayuntamiento, que ha cedido los terrenos. Ahora necesitamos el apoyo de los fieles, con sus aportaciones o adquiriendo un columbario en el que conservar las cenizas de sus fieles difuntos», señaló el nuevo párroco de San Cristóbal, quien se incorporó a esta parroquia hace tan sólo unos meses.

La iglesia de San Rafael se convertirá en el primer columbario de la ciudad, es decir, se trata de un lugar donde podrán descansar las urnas con las cenizas de los difuntos.

La Iglesia no está a favor de esparcir las cenizas o de guardarlas en casa. Incluso, durante muchos siglos prohibió la incineración porque estaba asociada culturalmente con el rechazo de la fe en la vida eterna, pero recomienda conservar las cenizas en lugares sagrados como los templos.

Esta cuestión se convierte cada vez más en una necesidad, ya que en los últimos años el número de incineraciones ha aumentado mucho e incluso en algunas regiones se impone a la inhumación tradicional. Uno de los motivos principales de esta práctica radica en la diferencia de precios entre la sepultura y la cremación.