Desde que Júzcar fue declarado el pasado mes de junio el primer pueblo pitufo del mundo, unas 125.000 personas han pasado ya por este municipio de la sierra rondeña atraídas por las fachadas azules de sus casas, según ha informado el alcalde, David Fernández Tirado, quien se ha mostrado "sorprendido" de la respuesta que sigue teniendo este reclamo, ya que "las visitas no están bajando".

Asimismo, ha indicado que, desde que Júzcar se convirtió en Pitufilandia hace ya 10 meses con motivo del estreno por parte de Sony de la película de animación de los Pitufos, se han consolidado o están en vías de hacerlo unos cinco negocios --de artículos de regalo y de restauración especialmente--, lo que es "muy positivo", teniendo en cuenta sobre todo, como ha subrayado, que se trata de un municipio de 200 habitantes.

Y es que ser el pueblo de estos pequeños seres azules ha supuesto a Júzcar, en palabras de su alcalde, "un aumento de la economía local, ilusión, alegría, empleo y expectativas empresariales, además de la popularidad, al ser conocido en todo el mundo".

En cuanto a las visitas, "no estamos notando que bajen, excepto aquellos días del invierno en los que ha hecho más frío", ha señalado a Europa Press Fernández. "Al revés --ha precisado--, Júzcar sigue despertando el interés de mucha gente", como lo demuestra el hecho de que cada fin de semana llegue una media superior a los 2.000 visitantes, una cifra que, incluso, se incrementó durante esta pasada Semana Santa, especialmente desde el Jueves al Domingo de Resurrección.

"No solamente viene gente por primera vez, sino que notamos que hay muchas personas que repiten", ha manifestado el primer edil de Júzcar, en lo que influye "la buena impresión que se lleven". Asimismo, ha resaltado que no sólo se trata de visitantes procedentes de la provincia de Málaga o de Andalucía, sino también de otros puntos de España e, incluso, del extranjero. "Vienen de todos los sitios", ha apostillado.

Además, Fernández ha hecho hincapié en que ser un pueblo pitufo no sólo está siendo positivo para Júzcar, sino también para toda la comarca, ya que, como ha explicado, "si, por ejemplo, aquí llegan 3.000 personas, se pueden dar unas 400 almuerzos, y el resto va a Ronda y a los demás municipios de alrededor".

Ante esta respuesta, desde el Ayuntamiento siguen organizando actividades para que "los visitantes tengan otras cosas que ver y que hacer", así como ofrecerles información a través de folletos para que sepan los puntos que pueden visitar, tanto en el municipio como en los alrededores. Ha destacado también que se mantiene el Mercapitufo, un mercadillo en el que los fines de semana y los festivos se dan cita casi una veintena de puestos de artesanía, de productos serranos, de gastronomía o de temática pitufa.

Los juzcareños decidieron el pasado 18 de diciembre, mediante un sondeo popular, mantener el color azul de las fachadas de sus viviendas y que Júzcar siga siendo, por tanto, un pueblo pitufo, algo que, no obstante, se esperaba, en tanto que, como ha destacado el regidor, "ha supuesto muchos beneficios".

La decisión de continuar en azul será revisada en el futuro, aunque no hay una fecha concreta, según Fernández, quien ha apuntado que "ya veremos más adelante cómo va todo". Así, ha comentado que si en algún momento los vecinos quisieran que las fachadas de sus casas volvieran al tradicional color blanco, se convocaría otra votación.