Nadie en Ardales daba crédito a la noticia. Ayer por la mañana, uno de sus vecinos, Francisco Asensio, fallecía de un infarto tras esperar durante 50 minutos la asistencia de los servicios del 061.

El fallecido, jubilado de 78 años de edad, caminaba junto a otro vecino hacia su finca, situada a la salida del municipio en dirección a El Burgo, cuando de repente comenzó a sentirse indispuesto. Fue su acompañante quien, a través de otros vecinos de la zona, dio el aviso a los servicios sanitarios.

Tras una larga y agónica espera, Francisco fallecía sin llegar a ser asistido por el equipo médico del pueblo, que tardó 40 minutos en desplazarse hasta la zona, ni por el 061, que lo hizo diez minutos más tarde, sin llegar a conocerse al cierre de este rotativo las causas de tal retraso.

«Los ciudadanos no podemos llegar a entender que puedan suceder este tipo de situaciones en los tiempos que corren y en una zona tan cercana», aseguró el alcalde del municipio, Juan Calderón, quién añadió que el tiempo estipulado para este tipo de intervenciones «normalmente es de unos 20 minutos» .

La impotencia ante tan terrible tragedia llevó ayer a uno de los vecinos que trató de socorrer al fallecido a poner inmediatamente una reclamación ante el Ayuntamiento de Ardales.

Para el alcalde, la raíz del problema está en la actual disposición de los servicios sanitarios de los municipios pequeños que, en el caso de Ardales dependen del centro de salud de Álora, «del que le separan aproximadamente 30 kilómetros». Francisco, más conocido como «El Calelero», deja mujer y cinco hijos y era muy querido por sus vecinos.

Este diario intentó sin éxito conocer la versión de los servicios sanitarios.