El fallecimiento de un vecino en Ardales hace casi tres semanas tras esperar durante más de 40 minutos la asistencia del equipo médico del municipio y de los servicios de emergencias del 061 vuelve a poner en entredicho la distribución de los recursos sanitarios de los que dispone el Valle del Guadalhorce.

La polémica tiene su punto de origen en la actual distribución de los centros de urgencia existentes en la comarca, que ponen en evidencia una vez más un mapa sanitario marcado por la desigualdad entre sus municipios.

De este modo, los núcleos de población más pequeños que no disponen de los equipamientos sanitarios necesarios para estos casos se ven obligados a depender de los servicios de urgencia que ofrecen los centros de salud radicados en los municipios más grandes.

Entre los más desfavorecidos se encuentra el municipio de Ardales, que como único recurso dispone de un consultorio con un horario de apertura restringido desde las 8.00 hasta las 15.00 horas.

Por las tardes, de necesitar una atención urgente, los vecinos de este municipio tienen que desplazarse hasta el centro de salud de Álora, a 30 kilómetros de distancia, equipado con un Dispositivo de Cuidados Críticos y Urgencias (DCCU) las 24 horas del día. «En el pueblo hay un gran número de ancianos que si enferman de noche y no tienen coche no tienen forma de trasladarse hasta Álora», explica Belén Rodríguez, vecina de Ardales. «Muchas veces es hasta preferible ir al hospital Clínico, porque es una manera de asegurarte que vas a recibir una atención más rápida», añade María Torres, usuaria del consultorio de este municipio.

Pero, el problema es aún más grave los fines de semana, donde no había atención de urgencias hasta que el Ayuntamiento decidió contratar a un médico que ahora presta este servicio desde el viernes a las 20.00 horas hasta el domingo a las 21.00 horas. No obstante, aún queda sin cubrir este servicio los días festivos.

El de Ardales no es el único caso, ya que tan sólo siete municipios de los 14 que componen el distrito sanitario del Valle del Guadalhorce disponen de un sistema integral de emergencias en sus centros de salud activo durante las 24 horas. Los afortunados son Alhaurín el Grande, Alhaurín de la Torre, Coín, Álora, Alozaina, Estación de Cártama y Pizarra, de los que dependen el resto de localidades, separándolos en muchos casos bastantes kilómetros de distancia.

Estos siete DCCU ponen a disposición de todos los pueblos de la comarca un total de ocho ambulancias de transporte urgente medicalizadas, un número que suele crear problemas por falta de disponibilidad entre municipios que pertenecen a una misma zona básica de salud y dificulta la posibilidad de una atención rápida y eficaz.

A estas carencias se une el tiempo que aún falta para que se ponga en funcionamiento el hospital del Guadalhorce, todavía pendiente de equipamiento y que se espera que abra a final de año.