Cae la tarde en Ronda y las Murallas del Carmen, que bordean parte del casco urbano de la ciudad levantadas durante la época de la ocupación musulmana en el siglo VIII, se convierten en el escenario de un espectáculo donde las aves rapaces son las protagonistas.

Águilas, halcones, cernícalos, búhos reales, buitres, lechuzas y otras aves autóctonas de la Serranía de Ronda que solo se dejan ver en contadas ocasiones, pueden ser contempladas a muy pocos metros.

Águilas de Ronda es una actividad destinada principalmente al turismo, ya que en pocas ocasiones pueden verse tantas especies de aves diferentes en un mismo espacio. Además, la muestra tiene un claro sentido ambiental destinado a los colegios y centros educativos por su gran contenido didáctico.

Cada uno de los animales que aparece frente al público va acompañado de una explicación, realizada por profesionales, que permite conocer sus características físicas, la función que realiza en la naturaleza y las amenazas con las que cuentan, ya que algunas de ellas se encuentran en peligro de extinción e incluso han desaparecido en algunas zonas.

Las rapaces de la Serranía de Ronda están muy amenazadas y son incontables las bajas que se registran anualmente. Las causas de estas pérdidas están relacionadas fundamentalmente con las construcciones en zonas protegidas y las instalaciones eléctricas.

Los espectadores mantienen una sorpresa continua durante toda la actuación, de una duración de alrededor de treinta y cinco minutos, por la singularidad de las especies y el misterio que propagan. Y es que, que el mayor búho de Europa vuele a pocos metros de una persona, dejando a su paso solo en silencio, no es habitual.

Todas las aves, nocturnas y diurnas, de Águilas de Ronda han sido improntadas, es decir, desde que nacen su desarrollo psicológico se enfoca al contacto con las personas. De este modo, son adiestradas por biólogos y ornitólogos para que estén preparadas ante estas situaciones, donde son expuestas a reacciones muy diferentes por parte del público y a los objetivos de cámaras que quieren inmortalizar la belleza del espectáculo.

Nacho Ferrer, uno de los promotores de esta actividad, asegura que «es un espectáculo diferente en cada ocasión, ya que nunca se repiten las mismas especies sino que son seleccionadas dependiendo de las características de cada ave y de las condiciones que se presentan en cada jornada».

Durante meses, rondeños y visitantes podrán disfrutar de las distintas aves de la Serranía de Ronda en una marco incomparable, por su historia, naturaleza y belleza. Pero, en algunos momentos del espectáculo, estos animales deciden que el espacio no es suficiente y llegan a posarse en los tejados de las casas vecinas, como ha sucedido en algunos ensayos.

Hay que recordar que este espectáculo estaba previsto que tuviese lugar en el anfiteatro de Blas Infante, junto a la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería, pero finalmente se trasladó ante las protestas de algunos colectivos por su posible impacto negativo en la avifauna local.

El convenio firmado entre el Consistorio y la empresa Gestión de Fauna se prolongará durante cuatro años y está previsto que se lleven a cabo dos funciones diarias salvo en los meses de invierno, en los que habrá un parón en la actividad. Además, ha supuesto la contratación de ocho personas, la mayoría de ellos naturales de la Serranía de Ronda.