Tras más de 20 años dedicados a Guaro, y siete al frente de la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de las Nieves, Sebastián Rueda pasa a formar parte de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, al frente de la Dirección General de Acción Cultural y Promoción del Arte.

¿Qué ve cuando mira atrás y ve 21 años en la Alcaldía de Guaro?

Es una larga trayectoria, son más de 20 años, y por eso tengo una mezcla de sentimientos. Estos años hemos dado lo mejor por Guaro, hemos hecho muchas cosas, hemos cambiado muchas cosas, hemos avanzado muchísimo y lo hemos hecho un equipo de compañeros y compañeras que han dedicado mucho tiempo. Hoy me viene a la mente muchas horas de trabajo sin dejar de pensar en Guaro.

¿Cómo se ha transformado Guaro estos años?

Nos hemos volcado en los servicios sociales. Tenemos siete hectáreas de instalaciones deportivas, una residencia y centro de estancia diurna; tenemos un complejo educativo con un aula matinal. Pero hemos trabajado también en las infraestructuras viales y rurales, y hemos puesto en marcha una almazara. Además, hemos construido un auditorio para el Festival de la Luna Mora; y, junto a la Mancomunidad de la Sierra de las Nieves, hemos formado parte de muchísimas iniciativas junto a otros municipios. En definitiva, durante 21 años hemos realizado innumerables iniciativas, difíciles de resumir, pero sobre todo, da tiempo a hacer las cosas bien planificadas, y de manera ordenada y sin sobresaltos, y hemos intentado estar a la vanguardia del estado del bienestar, para dar los mejores

servicios a nuestros ciudadanos.

Pero, ¿cómo mantienen los servicios públicos con un situación económica complicada?

Realmente, no es el momento de las grandes obras, hay que optimizar los recursos que tenemos, y hacerlo con eficacia, para seguir manteniendo servicios deportivos, de instalaciones para los mayores, servicios de limpieza, etcétera en un momento económico complicado como éste. Pero además, habrá que buscar la colaboración público privada para buscar instrumentos que permitan que los ciudadanos tengan unos servicios adecuados.

Y las arcas municipales, ¿en qué situación quedan?

Pues, como muchos ayuntamientos nos hemos acogido al plan de pago a proveedores, y hemos desarrollado un plan de ajuste, y nos encontramos reajustando números, porque tenemos menos ingresos. Por tanto, seguimos en un línea de austeridad, controlando los gastos, y optimizando los recursos e ingresos. Pero, la salud del Ayuntamiento no es mala.

Y con la crisis sobrevolando, la imagen de los políticos se ha desgastado, ¿cómo lo vive usted?

La política es un reflejo de la sociedad y, por tanto, como en todos los colectivos hay gente que tiene comportamientos indeseables y otros muy honorables. Pero soy de los que creo que en política es donde más personas honorables hay, porque dedican su vida al servicio de los demás. Pero la sociedad tiene motivos para no creer en nada ni nadie, actualmente, y quizá todos los días informaciones sobre actitudes indeseables dan como resultado esta imagen. Lo que tengo claro es que debemos transmitir entre todos más confianza para mejorar la situación.

¿Cómo afronta su nueva etapa al frente de la Dirección general de Acción Cultural y Promoción del arte?

La afronto con mucha ilusión, porque creo firmemente que la cultura es un gran recurso para la generación de riqueza y la creación de empleo. Además, la palabra «acción» me gusta, y voy a pertenecer a un gran equipo, que está volcado en salir de la crisis en Andalucía, y en Málaga, con un modelo más social. Es el equipo y el trabajo que alguna vez soñé.