María Goula: "Estamos hartos de paseos con palmeras"

Es un concepto muy eficaz para el desarrollo de nuevos espacios urbanos de residencia permanente o no en relación a la llegada a la playa. Evoca cosas positivas y además en nuestro proyecto el espacio se reconvierte en algo más operativo que mejora las condiciones de vida de la gente, que está más allá de la primera costa e implica a los sectores que viven más allá de primera línea de playa como el agrícola en la puesta en marcha de un turismo de calidad, estructurando y mejorando estos territorios, pero de acuerdo a su memoria natural.

¿Se unen en este concepto el turismo de costa e interior?

Sí, y busca multiplicar la presencia del agua también en el interior con proyectos que buscan lugares concretos donde hay deltas o planas fluviales, ya que el agua existe pero no se utiliza tanto y así la costa puede llegar a este interior y hacer más visible la relación entre los dos espacios.

¿Qué factores se tienen que dar para que se pueda crear esta «segunda costa»?

Existen ya estos espacios, por ejemplo aquí. Tenemos grandes playas y luego en el interior ciudades como Archidona, pero falta poner en marcha el último paso: un proyecto de planificación que busque enseñar el espacio, el paisaje del interior. Puede haber ejemplos también en la propia Costa del Sol, buscar que el argumento del paisaje que fue sea el vocabulario del espacio público actual, ya que en la mayoría de las ocasiones el espacio turístico ha borrado el anterior. Se cierra, se tapa, se pavimenta y el espacio turístico necesita imaginarios diferentes, estamos ya hartos de que todos los paseos marítimos tengan palmeras: ¿por qué no pueden tener pinos o especies de la zona que aguantan y que serían diferentes y recuperarían el entorno original?

¿Es el momento de hacer las cosas de otra manera?

Sí, y además ahora, que es el momento de estar muy seguros de donde invertimos, es importantísimo que podamos encontrar ideas consensuadas y al público cada vez más le gusta la idea del paisaje porque entiende que si el patrimonio es el paisaje rural éste puede convertirse en el lenguaje de mejorar el espacio libre turístico y no sólo el público, sino también de los resort, de los campos de golf...

¿Algún país o lugar donde mirar para este desarrollo?

Es un proyecto de investigación nuestro pero ha habido ya reconversiones de paseos marítimos más naturalistas, si queréis llamarlo así, pero falta un salto más de la zona interior porque hay pocos hoteles rurales para masas que crean que un espacio menos artificial les convendría más, y la mayoría de lo que se ha construido busca más lo moderno y diferente y esta idea es lo contrario a lo que buscamos.

¿Y serían estos espacios igual de rentables que los de primera línea de playa?

Es una pregunta muy complicada. Los expertos en turismo dicen que lo masivo genera dinero pero yo entiendo que hay que hacer un espacio multifuncional que lo que genere se quede en el mismo espacio y eso hará que a lo mejor no ganes mucho dinero pero sí mantener a la gente en su lugar y ofrecer un producto de calidad y generar paisajes complejos sostenibles; esa es la idea.