Ofrecer una nueva oportunidad a personas en riesgo de exclusión es el objetivo de la casa de acogida de Alozaina. Una gran familia conforma este hogar en el que conviven unas 17 personas, seis de ellas de manera estable, y todas colaboran en el funcionamiento y en el desarrollo de las tareas diarias de la casa, y participan en talleres ocupacionales.

Cada uno ha pasado por experiencias difíciles que les han llevado en un momento de sus vidas a pedir ayuda. Ahora, en Alozaina, gracias a la casa de acogida Pepe Bravo de la Fundación Escuela de Solidaridad, se les brinda el calor de un hogar y la oportunidad de empezar de nuevo, tal y como cuenta la responsable del proyecto Casa Pepe Bravo, Mariló Cejudo, ya que pese a venir de situaciones de clara desventaja social, cada una de las personas acogidas asume un papel protagonista en la vivienda.

Así, mientras unos se ocupan del mantenimiento y mejora de las instalaciones de la casa, otros lo hacen de la limpieza, de la cocina o de la lavandería. «Algunos jóvenes que llegan a la casa procedentes de centros de menores se sorprenden de la colaboración en las tareas de los residentes», señala Mariló, quien precisa que «sin ayudas de ninguna administración la autogestión es la única fórmula que nos queda para salir adelante», explica.

Pero en esta familia también tienen la posibilidad de aprender un oficio en los diversos talleres artesanales que los voluntarios de este proyecto llevan a cabo a través de la empresa Arte de mis manos Al-Andalus. «Además de recuperar viejos oficios que se están perdiendo, lo que se pretende con estas tareas ocupacionales es que tengan un trabajo que favorezca el pleno desarrollo de sus capacidades», asegura Cejudo.

El hogar recauda fondos para su mantenimiento de la venta de numerosas muestras de arte que nacen de las manos de sus huéspedes, como vasijas de barro, juguetes de madera, móviles para cunas de bebés, zapatillas pintadas con acuarela, entre otros objetos, que venden a través de su propia tienda o en diferentes ferias.

La actividad se complementa con su mercadillo solidario con objetos traídos por personas de dentro y fuera del municipio, así como de negocios que han cerrado como consecuencia de la crisis; y por las comidas y hospedajes que se ofrecen para recaudar fondos.

Con todo ello, un grupo de nuevos voluntarios, que conoció la existencia de este hogar a través de La Opinión de Málaga, decidió poner su granito de arena en esta iniciativa. Rafa y Antonio involucraron a Mey y María José, sus parejas, y pusieron en marcha la maquinaria imaginativa. «En la casa se vive la esencia del verdadero sentido de la vida: hacer algo por transformar este mundo, más allá de preocupaciones absurdas», relata Rafael Gutiérrez, quien a través de la plataforma goteo.org empezó a montar en coordinación con los responsables de la Casa de Acogida, una campaña de crowdfunding o financiación colectiva para poner en marcha un nuevo proyecto: un deshidratador solar de frutas y verduras.

Crearon una historia describiendo su realidad. Antonio le pidió a su amigo Marcos que dibujara la historia. Marcos involucró a Marina, que a su vez involucró a su amigo Eduardo que es actor para que leyese la historia. Tras algún que otro contratiempo, conocieron por internet a Alberto, que finalmente transformó la historia, los dibujos y el audio en un vídeo. Con Álvaro y Mariló perfilaron los detalles del proyecto, elaboraron la memoria, pidieron presupuestos. Todo ello sin ni un solo euro de desembolso.

Finalmente lograron que su pequeño sueño se hiciera realidad en forma de historia de dibujos animados «la de un grupo de personas que creen que la energía positiva es contagiosa», tal y como señala Rafa, quien recuerda que se puede ver en http://goteo.org/project/artedemismanos.

Deshidratador de verduras y frutas. Para aprovecha la producción agrícola y ecológica de la zona, la empresa El Arte de mis manos Al-Andalus, ha decidido poner en marcha la creación de un deshidratador de verduras y frutas. Este sistema permite la conservación de los alimentos, ya que si se protegen de los rayos directos del sol durante el proceso, conservan casi intactas todas sus propiedades. Pero para comenzar su andadura necesitan recaudar en 40 días 3.421 euros; y posteriormente, una segunda ronda, hasta llegar a los 7.967 euros. Hasta este momento, cuentan con 52 cofinanciadores, pero necesitan aún más.