Agentes de la Guardia Civil pertenecientes a la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de Málaga, han desarticulado un grupo delictivo, todos ellos pertenecientes a una misma familia de nacionalidad rumana, que estafaban a las compañías de telefonía móvil mediante la usurpación de la identidad de verdaderos clientes.

La investigación se inició el pasado mes de junio tras la denuncia interpuesta por una de las principales compañías de telefonía móvil del país. Dicha compañía detectó un posible fraude mediante la localización de una serie de clientes a lo largo de la provincia de Málaga, a los que figuraban impagos en sus facturas, existiendo siempre un nexo de unión entre ellos, bien por la alternancia de un número de teléfono o bien por la de un domicilio.

Tras la detención del grupo, se ha podido demostrar que el cabecilla del mismo se hacia pasar por un verdadero cliente, facilitando por teléfono, datos claves que no levantaban sospechas, ni a la compañía telefónica, ni al servicio de mensajería que le llevaba los terminales móviles a su domicilio, falsificando incluso la firma del autentico cliente.

Los delincuentes trabajaban como si se tratara de una "oficina ambulante", siempre llevaban varios teléfonos móviles perfectamente numerados e identificados para cada transacción concreta, con el objeto de no confundir los pedidos solicitados a la operadora, haciéndose pasar por el cliente en cuestión. Tras recibir los terminales de teléfono por paquetería en domicilios distintos de la provincia, hecho que realizaban de esta manera para no levantar sospechas y dificultar la posible investigación, los ponía a la venta a personas que desconocían su procedencia ilegal, llegando a vender más de 100 unidades de teléfonos móviles.

Con todas las pruebas, los guardias civiles realizaron un registro domiciliario, debidamente autorizado por la autoridad judicial, en la vivienda de los delincuentes, hallando multitud de efectos relacionados con la investigación, como; smartphones de última generación, tarjetas SIM de distintas compañías de telefonía, documentación y agendas con clientes, elementos para la falsificación de documentos de identidad, incluso listados de las personas suplantadas, para los que se les establecía un móvil de gestion perfectamente identificado con una letra o número, todo ello para evitar confusiones con los teleoperadores en el momento de transmitir datos claves de identificación de los clientes suplantados.

De esta manera, se han podido demostrar que estos hechos se realizaban a lo largo de la provincia de Málaga, incluso afectando a la de Sevilla, llegando a defraudar más de 50.000 euros a una sola compañía de telefonía.

También ha quedado plenamente acreditada la participación de todos los detenidos en la organización, decretando el correspondiente juzgado de instrucción, el ingreso en prisión del cabecilla de la misma, siendo considerado por los investigadores como el ideólogo del procedimiento fraudulento.