José Brik, un rondeño de 80 años de edad, continúa recuperándose de las múltiples contusiones que sufrió hace quince días, tras recibir una brutal paliza a la entrada de su casa por parte de un joven que pretendía robarle un anillo de oro.

Víctima y verdugo coincidieron apenas tres días antes en una céntrica cafetería de la ciudad. «El joven se dirigió a mí, me dijo que iba a pagar mi consumición y me pareció extraño», relató el anciano.

Tras ello, el presunto agresor le preguntó por el anillo, «una pieza de oro con la imagen del Cristo de La Columna y mis iniciales grabadas», explicó.

El joven cuestionó entonces si podía verlo. «Yo accedí, me lo quité y se lo enseñé. Suelo ser cordial y me gusta tratar con la gente», puntualizó el anciano, que jamás pensó que la situación desembocaría en los hechos que tuvieron lugar tres días después en su hogar, ubicado en la barriada popularmente conocida como Las Casitas de Hierro.

El joven consiguió la dirección de José y se informó sobre sus hábitos de vida. «Yo llegaba a mi casa como cualquier día normal, iba cargado de bolsas y las dejé en el suelo mientras abría la puerta. Fue entonces cuando alguien me abordó por la espalda y me agarró del cuello».

Según explicó el anciano: «Me metió dentro de la casa, golpeándome con fuerza. Me insultó, me dijo que me iba a matar y que le diera el anillo».

José consiguió salir de su casa para pedir ayuda a unos niños que jugaban cerca del lugar de los hechos. «Les rogué que avisaran a alguien e inmediatamente acudieron efectivos de la Policía Nacional y una ambulancia».

El resultado de la agresión, la pérdida de visión en un ojo, un diente roto y numerosas contusiones en diferentes partes del cuerpo, «aunque lo que me molesta más es la cintura y soy incapaz de agacharme para ponerme por ejemplo unos calcetines», puntualizó.

«Supe que era el mismo joven que me invitó a café cuando me pidió que le mostrase el anillo, porque ese era el único fin de agredirme, llevárselo», argumentó José Brik.

Esa pista fue crucial para que agentes del Cuerpo Nacional de Policía procediesen a su detención el pasado domingo, tras comprobar que el presunto agresor, de 31 años de edad, con varios antecedentes delictivos y natural de la localidad, habría sido el autor de otros tres robos con fuerza cometidos en establecimientos comerciales «propiedad de sus propios familiares», según apuntaron fuentes policiales a través de un comunicado.

La policía consiguió recuperar el anillo del anciano y el Juzgado de Instrucción de Guardia ordenó el ingreso en prisión del joven por un presunto delito de robo con violencia e intimidación.

El anciano, que continúa recuperándose de las heridas sufridas, manifestó: «Pese a todo lo que ha sucedido, le deseo lo mejor y ojalá aprenda a comportarse».