El padre de la niña de seis años hallada muerta este lunes en el municipio malagueño de Campillos tenía una condena de seis meses de prisión, del pasado mes de diciembre, por violencia de género contra su expareja, aunque se encontraba suspendida.

En concreto, el Juzgado mixto número 3 de Antequera había condenado a la pena de seis meses de cárcel y a la prohibición de acercamiento y comunicación hacia su expareja por un periodo de dos años. No constan medidas de alejamiento de la menor, según han informado desde la Delegación del Gobierno en Andalucía.

Presuntamente, el hombre, de 32 años, "ha causado la muerte de su hija de seis años aprovechando el régimen de visitas que tenía concedido". Más tarde, el supuesto autor del homicidio se ha quitado la vida, han puntualizado en un comunicado. Es la primera vez en 2013 en España que un padre ejerce la violencia de género atentando contra la vida de la hija menor de edad que tenía en común con su expareja. En este sentido, la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, ha expresado su "consternación y repulsa" ante este caso.

Asimismo, ha recordado que este tipo de casos se consideran violencia de género desde que, a principios de este año, el Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad y, concretamente, la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género, declaró "prioritaria la protección de los hijos de las parejas involucradas en casos de violencia de género. "Un menor sólo por ser testigo de hechos agresivos contra su madre puede sufrir secuelas psicológicas de por vida", ha indicado.

Crespo ha calificado el suceso como un hecho "triste y doloroso, que merece la profunda repulsa del conjunto de la sociedad". También ha manifestado que las administraciones públicas "deben utilizar todas las herramientas a su alcance para erradicar esta lacra"; al tiempo que ha considerado crucial "la implicación y el compromiso de los ciudadanos contra la violencia de género a la hora de evitar estos sucesos".

Reforzar las medidas de sensibilización. Crespo ha recalcado la labor conjunta que realizan en la región los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado en la lucha contra la violencia de género, en estrecha coordinación con las Unidades de Violencia de Género existentes en las ocho provincias y en la Delegación del Gobierno.

"Es fundamental reforzar las medidas de sensibilización, prevención, información y protección efectiva para las víctimas de violencia de género, así como el fomento de las denuncias", ha apuntado.

En este sentido, Crespo ha recordado que los datos reflejan una ligera bajada del número de denuncias presentadas por la víctima directamente o a través de atestado policial, que pasaron de 20.529 en 2011 a 20.081 en 2012. También han descendido significativamente las denuncias por parte de familiares, de 596 en 2011 a 300 en 2012, y los partes de lesiones, de 3.951 en 2011 a 3.413 en 2012.

En lo que va de año se han quedado huérfanos en España ocho menores de edad como consecuencia de la muerte de sus madres causada por sus parejas o exparejas.