Los seis concejales socialistas del Ayuntamiento de Alhaurín el Grande anunciaron ayer ante el pleno su decisión de cambiar la denominación del grupo municipal socialista al que pertenecen. Desde ahora, forman el grupo municipal Socialista Alhaurino dando por extinguido el grupo municipal del PSOE.

Esta decisión, que deja al PSOE sin representación en el Ayuntamiento de Alhaurín el Grande por primera vez en la historia de la democracia, es el resultado de «la infame y vergonzosa estrategia de acoso y derribo que han llevado a cabo en los dos últimos años tanto Miguel Ángel Heredia, secretario general provincial del PSOE, como Francisco Conejo, secretario de Organización, contra la agrupación socialista de Alhaurín el Grande», aseguró el portavoz del grupo y hasta ahora secretario general del PSOE de Alhaurín el Grande, Antonio Bermúdez.

El edil aseguró que el único objetivo de la dirección provincial «ha sido controlar y manipular una agrupación que no renunció nunca a su libertad y antepuso siempre los intereses de los ciudadanos a los intereses partidistas».

Según relata el todavía militante del PSOE, los problemas con la dirección provincial del partido empezaron en julio de 2011, cuando por los medios de comunicación conocieron que la ejecutiva provincial tomó la decisión de nombrar una gestora, dirigida por Pilar Serrano, vicesecretaria general del PSOE de Málaga, para llevar el partido en la localidad. «Todo ello sin avisar al grupo municipal, ni a los militantes», que según concretó Bermúdez, dos semanas después de este anuncio recibieron una carta.

De hecho, el 14 de julio de 2011 la ejecutiva del PSOE local celebró su asamblea para elegir a la dirección, en la que fue elegido secretario general Antonio Bermúdez -por el 98,7% de los votos- pero cuatro días después les notificaron la creación de la gestora por escrito.

Bermúdez acusó a Francisco Conejo de «buscar afines» dentro del partido y aseguró que a pesar del intento de acercamiento que siempre se ha tenido desde el grupo municipal, «nunca ha habido voluntad» por parte de la dirección provincial.

De hecho, señaló que esta falta de entendimiento ha llevado al PSOE de Málaga a cerrar la Casa del Pueblo «a cal y canto», e incluso, «han cambiado la cerradura». En una ocasión, según añadió, Antonio Bermúdez, «tuve que ir a declarar ante la Guardia Civil ya que fui denunciado por entrar en la Casa del Pueblo para preparar un pleno».

De esta forma, afirmó que durante estos dos años han estado «totalmente abandonados, y sin ningún tipo de respaldo o apoyo en el trabajo diario por parte del partido». Y añadió, que desde 2011, cuando había unos 100 militantes en la agrupación socialista local, ha pasado a haber unos 30 por el «descontento» con Heredia y Conejo.

Por ahora, los ediles, dos de ellos independientes, formarán a partir de ahora el grupo municipal Socialista Alhaurino, y aún están decidiendo si en los próximos días se darán de baja de militancia en el Partido Socialista.

Fuentes de la dirección provincial del PSOE afirmaron ayer que no tenían notificación oficial alguna, por lo que declinaron realizar cualquier tipo de declaración o valoración hasta tener conocimiento directo de los hechos.

Se da la circunstancia de que el pasado 25 de septiembre de 2012, la dirección provincial abrió un expediente de expulsión de tres años contra Antonio Bermúdez. La apertura del expediente disciplinario de la ejecutiva provincial responde a «la estrategia de acoso y depuración de Heredia y Conejo contra todas las agrupaciones que no les mostraron su apoyo», aseguró Antonio Bermúdez, quien señaló que se han volcado en particular contra la agrupación socialista de Alhaurín el Grande que se había mostrado crítica con el rumbo del partido en la provincia.

En este sentido, Antonio Bermúdez continúa a la espera de la decisión de la dirección provincial respecto a su expulsión, tras presentar varias alegaciones, aunque se mostró dispuesto a luchar con todas sus fuerzas y a recurrir ante la justicia ordinaria si se confirmara su expulsión, ya que considera que la decisión de abandonar el partido deber ser suya.