Francisco Javier González, un alumno de segundo de bachillerato del instituto Pedro Espinosa de Antequera, se prepara estos días para representar a España el próximo 7 de julio en la edición internacional de las Olimpiadas de Física que se celebrarán en Copenhague.

González será uno de los cinco embajadores de España, y el único de Andalucía, tras ganar la medalla de oro en la edición nacional celebrada en Lérida, donde compitió con más de 140 participantes.

Ahora, este joven de 18 años se enfrenta a la etapa final de este concurso respaldado por el apoyo de sus compañeros, la dirección del centro, el Ayuntamiento de Antequera y su profesora de Física, María Matilde Ariza, parte fundamental del proyecto, según explica el director del instituto, Antonio Jesús Fernández.

Precisamente, el Consistorio ha editado unas camisetas diseñadas especialmente para la ocasión con el nombre de Antequera que llevará el participante en los días de competición. Así, el alcalde de Antequera, Manuel Barón, mostró ayer su apoyo al joven en el Ayuntamiento.

Francisco Javier se muestra tranquilo. Después de pasar varias pruebas experimentales y un examen de más de cuatro horas, reconoce que el camino para llegar hasta aquí no ha sido fácil. A pesar de todo, ahora lo que toca es entrenar mucho, casi a diario, para poder resolver las pruebas de nivel máximo a las que se enfrentará en esta final. «Ahora voy a Madrid cuatro días a la Universidad Carlos III para prepararme con varios profesores y con el resto de seleccionados», explica.

A las horas de evaluación por la Real Sociedad Española de Física, organizadora del evento, se suman semanas de preparación de un temario específico que se aleja del nivel habitual que dan en clase. «El otro día le puse la primera ecuación diferencial; eso ya es un gran nivel pero está preparado, pensad que hay enunciados de preguntas que llenan siete folios porque un problema da a otro», detalla la profesora.

La aventura de este joven en las Olimpiadas de Física comenzó hace menos de dos meses en Málaga, allí ya superó la primera de las pruebas quedando primero entre medio centenar de alumnos de la provincia. Ahora, toca prepararse para la última prueba en la que competirá con 400 jóvenes amantes de la física de todo el mundo.

Todo ello mientras prepara también estos días las pruebas de acceso a la Universidad que le llevarán a su mayor sueño: ser ingeniero aeronáutico. La media para entrar en esta carrera es de diez, la misma que su expediente académico, añade su profesora.