Las infracciones penales en el campo han bajado un 21,33 por ciento en los primeros ocho meses del año en la provincia de Málaga al pasar de 424 en 2012 a 334 este año, aunque el pasado agosto experimentaron un repunte del 26,67 por ciento.

La delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, ha ofrecido estos datos antes de reunirse con representantes de organizaciones agrarias en Málaga para trasladarles las nuevas medidas sobre seguridad en las áreas rurales que se han puesto en marcha.

Al dispositivo ordinario se han unido dieciocho guardias civiles y diez patrullas de la Policía Medioambiental y, desde principios de este mes, cinco agentes en la comarca de Antequera y otros cinco en la del Valle del Guadalhorce, que concentran el sesenta y el cuarenta por ciento de los robos en la provincia, respectivamente.

A todo esto se añade también un helicóptero de refuerzo nocturno y otro que prestará servicio en la costa malagueña y que alterna su actividad con las zonas rurales, ha explicado la delegada del Gobierno.

Según Crespo, las actuaciones de las fuerzas y cuerpos de seguridad en el campo se centran en la prevención con controles de venta de material de segunda mano, en la predenuncias para evitar que los trabajadores tengan que desplazarse lejos de su lugar de faena y en el establecimiento de zonas sensibles a este tipo de robos para poder anticiparse.

Hasta el pasado 30 de agosto los detenidos en los controles en el campo en la provincia han sido 78, y en cuanto a su perfil, suelen ser bandas organizadas que buscan material para el mercado de segunda mano o individuos o parejas cuyo objetivo es vender luego en mercadillos.