La delincuencia en los campos de la provincia, que preocupa sobremanera a agricultores, ganaderos y residentes, volvió a dar la voz de alarma el pasado mes de agosto en la provincia, cuando la tendencia positiva del año se alteró para registrar un nuevo repunte de delitos. En los primeros ocho meses de 2013, Málaga ha computado 424 infracciones penales, lo que supone un 21,33 por ciento más que en el mismo periodo del ejercicio pasado, que llegó a septiembre con un cómputo de 334 actos delictivos.

Sin embargo, el verano representó un nuevo revés para la desaparición del problema, con un crecimiento de las infracciones del 26,67 por cien. De los 30 robos detectados en 2012, se pasó a 38. La buena noticia, en lo que a efectos disuasorios se refiere, es que en el conjunto del curso se han incrementado los controles -un 41 por ciento-, con un total de 78 detenidos.

La delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, resaltó precisamente la reciente reforma del Código Penal. Un cambio legislativo que endurece el castigo para este tipo de robos, que podrían suponer penas de cárcel de entre 1 y 4 años. El perfil de los delincuentes se identifica con bandas organizadas y pequeños rateros.