La tormenta política creada a raíz del escrache del PP a la presidenta de la Junta de Andalucía el pasado sábado en Málaga desembocó ayer en una guerra de carteles entre miembros del Partido Popular y del PSOE durante el pleno que se celebró en el Ayuntamiento de Antequera.

Cuando se cumplían dos horas y media de la sesión, una decena de miembros del principal grupo de la oposición sacaron unos folios en los que pedían la dimisión del edil del PP José Ramón Carmona.

El PSOE exigirá al alcalde de Antequera, Manuel Barón, «la depuración de responsabilidades y la condena de la participación del edil antequerano en el acoso que dirigentes del PP protagonizaron el sábado contra la presidenta de la Junta de Andalucía».

El escrache a Susana Díaz provocó la movilización de simpatizantes del PSOE que enarbolaron carteles en los que se veían cuadros de Picasso y la frase «Sr. Carmona dimisión».

Minutos después simpatizantes del Partido Popular presentes también en la sala hicieron lo propio y respondieron a las protestas de los socialistas con otros carteles en los que se podía leer «la Junta no paga» y «La Junta debe tres millones de euros a Antequera».

A pesar de que la silenciosa protesta duró unos diez minutos, el pleno continuó su desarrollo sin que el alcalde llamara al orden a los protagonistas ni se produjera altercado alguno.

El cruce de acusaciones llegó también a las redes sociales, en las que un simpatizante del PSOE llamó «concejales terroristas» a los ediles del PP de Antequera.

Más allá de las protestas, en la sesión plenaria de ayer se aprobaron por mayoría los presupuestos para el 2014, con el voto positivo del PP y del edil no adscrito, en contra de IU, y la abstención del PSOE.

La portavoz socialista, Rosa Torres, acusó al equipo de gobierno de «maquillar programas que llevan años haciéndose como nuevos planes de empleo». Además, la edil apuntó que estas cuentas «no son más que un borrador basado en estimaciones» y auguró un año lleno de modificaciones presupuestarias, «como el de este año, en el que llevamos más de 50 cambios de partidas presupuestarias», dijo.

Por su parte, el portavoz de IU, Fran Matas, dijo que «el Ayuntamiento tiene más de un 80% de endeudamiento financiero, además no se hace el 5% de consignación obligatoria al patrimonio municipal de suelo y no recoge ni una acción dentro de los presupuestos participativos para que los vecinos puedan decidir parte de la inversión».

Por su parte, el portavoz del PP, Ángel González, defendió los presupuestos y dijo que «son sólidos, realistas y no aumentan la presión fiscal». Las cuentas ascienden a 34,2 millones de euros, un 1% más que este año.